Las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo ataques decisivos contra militantes del Estado Islámico en el noroeste de Nigeria, elevando las tensiones en la lucha contra el extremismo en la región. El presidente Donald Trump anunció el jueves que estas operaciones buscan frenar el acoso a comunidades cristianas inocentes.
Este ataque representa un avance significativo en una ofensiva que ha desafiado a las fuerzas armadas nigerianas durante años, que se encuentran bajo presión al enfrentarse a múltiples grupos armados. Durante la comunicación, Trump calificó a los terroristas objetivos de los bombardeos como «escoria terrorista» que está atacando «viciosamente» a la población civil.
Operaciones Conjuntas y Estrategia de Combate
Trump declaró que el ataque fue parte de una coordinación estratégica y de intercambio de inteligencia entre Estados Unidos y Nigeria. El Comando de África de EE.UU. (AFRICOM) confirmó que estas operaciones se llevan a cabo en colaboración con las fuerzas nigerianas, que enfrentan una tarea ardua con recursos limitados.
Desde noviembre, el presidente Trump ha instruido a las fuerzas militares estadounidenses a prepararse para actuar en Nigeria, una decisión que subraya la urgencia de la situación. Esta ayuda es clave para las fuerzas nigerianas, que, a menudo, luchan con falta de equipamiento y personal.
Compromiso con la Cooperación Internacional
A primera hora del viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nigeria emitió un comunicado reafirmando su compromiso con la cooperación estructurada en materia de seguridad con socios internacionales, incluidos los Estados Unidos. Este trabajo conjunto ha facilitado ataques precisos contra objetivos terroristas en el noroeste del país.
El presidente Bola Ahmed Tinubu enfatizó que Nigeria es un país de tolerancia religiosa y que los desafíos de seguridad afectan a todas las comunidades, independientemente de su fe.
El Contexto del Conflicto
Estados Unidos ha clasificado a Nigeria como un «País de Especial Preocupación» debido a la amenaza que representa para la población cristiana. Esta designación permite sanciones a países que violan gravemente la libertad religiosa. La crisis de seguridad en Nigeria afecta tanto a cristianos, predominantes en el sur, como a musulmanes, que son mayoría en el norte, según analistas de seguridad.
Grupos yihadistas, como Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental, han sembrado el terror en el noreste de Nigeria durante más de una década, cobrando miles de vidas, la mayoría de ellas musulmanas, según la organización ACLED, que analiza la violencia política a nivel global. Las zonas afectadas por estos grupos suelen ser las que enfrentan mayores niveles de pobreza y desempleo.
El Ministro de Defensa de Nigeria, Christopher Musa, ha declarado que la acción militar representa solo el 30% de lo necesario para hacer frente a la crisis de seguridad en el país, dejando el 70% en manos de una buena gobernanza.
