El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado su aprobación por la nueva estrategia del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para actualizar las bandas cambiarias y su plan de acumulación de reservas, anunciados el pasado 15 de diciembre. La vocera del FMI, Julie Kozack, destacó la importancia de estas medidas para fortalecer el marco monetario y facilitar un entorno propicio para reformas que fomenten el crecimiento económico.

Kozack señaló en su cuenta de X que el organismo está trabajando estrechamente con las autoridades argentinas para implementar estas iniciativas que consideran cruciales para mejorar la situación económica del país.

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Demandas del FMI y Visión a Futuro

El FMI había solicitado un enfoque más riguroso para la acumulación de reservas, enfatizando su relevancia para enfrentar posibles crisis económicas. Kozack, en una reciente conferencia, subrayó que es crucial seguir un camino ambicioso que permita a Argentina manejar shocks económicos y facilitar un acceso más ágil a los mercados internacionales de capital.

“Cumplir con la meta de reservas para fin de año será un reto considerable, pero necesario”, enfatizó. Este mensaje muestra la presión del organismo internacional sobre el gobierno argentino.

Innovaciones en la Política Cambiaria

A partir del 1 de enero de 2026, el BCRA implementará cambios en el cálculo de las bandas cambiarias, las cuales se ajustarán según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) proporcionado por el INDEC. Esto representará un paso importante para estabilizar el mercado cambiario.

Un Programa de Acumulación de Reservas

El BCRA iniciará un programa de acumulación de reservas internacionales que tendrá en cuenta las necesidades de liquidez del mercado. La entidad estima que con la base monetaria en aumento, podría adquirir hasta 10.000 millones de dólares en el próximo año, dependiendo de la oferta de flujos comerciales, y potencialmente hasta 17.000 millones de dólares si se incrementa la demanda de dinero.

La ejecución diaria de este programa estará alineada con un 5% del volumen diario del mercado de cambios, permitiendo compras en bloque que no comprometan la estabilidad del mercado.