China, reconocida históricamente como el núcleo de la minería de Bitcoin, ha sufrido un golpe significativo con la desconexión de 400.000 mineros en la provincia de Xinjiang. Estas medidas, impulsadas por nuevas regulaciones, han afectado gravemente la rentabilidad de las granjas mineras en el país.

Un descenso alarmante en el hash rate global

Jack Kong, ex presidente de Canaan, alertó sobre la pérdida de 100 exahashes por segundo (EH/s) en solo 24 horas, lo que representa un 8% del hash rate global. Esta pérdida no solo afecta la seguridad de la red de Bitcoin, sino que también genera incertidumbre en el mercado.

Presión adicional en el precio de Bitcoin

Ante la caída de ingresos, muchos mineros se han visto obligados a vender parte de sus Bitcoin para cubrir costos operativos o financiar su reubicación. Esto ha intensificado la presión a la baja sobre el precio de la criptomoneda, que ya enfrentaba dificultades en semanas anteriores.

El desafío de adaptarse a nuevas regulaciones

Los mineros ahora deben lidiar con el reto de trasladar sus operaciones a países con políticas más amistosas, lo que conlleva altos costos logísticos y puede ponerlos en desventaja frente a competidores de lugares como Estados Unidos, Kazajistán o Rusia, donde la minería sigue prosperando.

El legado de las regulaciones chinas en la minería

Este no es un fenómeno nuevo; en 2021, medidas similares llevaron a un éxodo masivo de mineros. Sin embargo, esta última regulación tiene un impacto mucho más profundo, ya que China había retomado protagonismo en el sector en los últimos años. La caída en la potencia de cómputo y la presión sobre el precio evidencian cómo las decisiones en China siguen siendo cruciales para la estabilidad de Bitcoin.

A pesar de que la descentralización avanza, el control regulatorio en países con alta concentración de mineros sigue marcando el rumbo del mercado de criptomonedas.