El clima extremo ha hecho que, tras un año marcado por devastadores incendios, el panorama en Altadena y Pacific Palisades sea completamente diferente. Este fenómeno ha sido catalogado como «latigazo hidroclimático» por los científicos, y se debe a una poderosa corriente atmosférica que trajo vientos y lluvias sin precedentes.

Récords de Lluvias Durante la Navidad

Los días de Nochebuena y Navidad se han registrado como los más húmedos de la historia en el sur de California. El aeropuerto de Santa Bárbara reportó 15 cm de lluvia, mientras que algunas áreas de las montañas de Ventura acumularon más de 43 cm en muy pocas horas.

Impacto de la Tormenta en la Infraestructura y Comunidad

Las intensas lluvias causaron caídas de árboles, múltiples accidentes automovilísticos y cortes de energía para miles de residentes. Muchos hogares y jardines fueron invadidos por flujos de barro, lo que ha dejado a muchas personas en situaciones críticas.

Tornado en Navidad: Devastación en Boyle Heights

La tormenta no solo trajo lluvia, sino también un tornado que generó daños en un hogar y un centro comercial en Boyle Heights. Con vientos que alcanzaron hasta 128 km/h, el fenómeno atmosférico recorrió cerca de medio kilómetro, rompiendo ventanas, dañando techos y torciendo postes eléctricos.

“La seguridad de todos los angelinos es mi principal prioridad”, declaró la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quien anunció un estado de emergencia temporal debido a la intensa actividad meteorológica.

Operativo de Rescate en Marcha

Los bomberos en el condado de Los Ángeles llevaron a cabo más de 100 rescates el Jueves, utilizando helicópteros para ayudar a quienes quedaron atrapados en sus vehículos. El gobernador de California, Gavin Newsom, también declaró estado de emergencia en varios condados, incluyendo San Diego y San Bernardino.

Riesgos Persistentes y Nuevas Precipitaciones a la Vista

A pesar de que las lluvias más intensas han cesado, el Servicio Nacional de Meteorología advierte sobre el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. “Aún no estamos completamente fuera de peligro, pero lo peor ha pasado en su mayoría”, comentó Mike Wofford, meteorólogo de la institución. Se anticipa un fin de semana seco, aunque nuevas lluvias podrían llegar para la víspera de Año Nuevo.

Testigos como Sherry Tocco, habitantes de la montaña de Wrightwood, relatan cómo el agua arrasó con todo a su paso, transformando caminos en ríos y dejando vehículos sepultados bajo lodo y escombros. Mientras tanto, en las elevaciones más altas, la lluvia se materializó como intensa nevada en las montañas de Sierra Nevada, acumulando hasta 5 cm por hora.