Tarjetas de Crédito: El Nuevo Pilar del Consumo en Argentina
En medio de una economía desafiante, las tarjetas de crédito se han convertido en el método de pago preferido por los argentinos, superando a las tradicionales tarjetas de débito. Esta evolución refleja cómo las familias están manejando sus finanzas en tiempos de ingresos limitados.
Las tarjetas de crédito han dejado de ser solo una opción para financiar grandes compras; ahora se utilizan para cubrir gastos de la vida diaria. Según el último Informe de Pagos Minoristas del Banco Central, desde septiembre, el uso de plásticos ha tomado la delantera sobre las transacciones con débito, un fenómeno que marca un cambio significativo en los hábitos de consumo.
Crecimiento Notable en el Uso de Tarjetas de Crédito
En noviembre, los pagos con tarjeta de crédito aumentaron un 7,4% en comparación con el año anterior, alcanzando un total de $10 billones en 188,9 millones de operaciones. Este incremento, aunque moderado, sugiere una tendencia persistente hacia la dependencia del crédito.
Un aspecto clave de este crecimiento es que el 90% de las compras se realizaban en un solo pago, destacando un cambio en la naturaleza del uso del crédito. Según Gabriel Meloni, experto en consumo, «la financiación en cuotas ha perdido terreno; el crédito se ha vuelto un recurso para extender el ingreso mensual».
Operaciones Y Métodos de Pago
Los comercios físicos siguen siendo el principal punto de uso de las tarjetas. Las transacciones mediante terminales POS y pagos por QR representaron más del 39% de todas las operaciones, mientras que las compras en línea se ubicaron en segundo lugar. Curiosamente, los débitos automáticos solo constituyeron el 14,2% del total.
Además, el uso de QR se ha triplicado, abarcando el 4,7% de los pagos con tarjeta, lo que indica un cambio en los hábitos de consumo hacia métodos más digitales y ágiles.
El Débito Enfrenta Un Retroceso
Este auge en el uso de crédito contrasta con la disminución de las tarjetas de débito, que en octubre experimentaron una caída del 13,3% interanual, totalizando $4,7 billones. Este debilitamiento no significa menor actividad, sino un desplazamiento hacia otros métodos de pago como las transferencias inmediatas.
Las billeteras virtuales juegan un papel crucial, ya que el 73% de las transferencias se originan o finalizan en cuentas de fintechs. Sin embargo, los pagos en dólares siguen siendo casi insignificantes en el cotidiano, alcanzando solo u$s31,4 millones desde su introducción en febrero para el comercio electrónico.
Crédito No Iguala Poder Adquisitivo
A pesar del aumento en el uso de tarjetas de crédito, esto no indica una mejora del poder adquisitivo. De hecho, refleja una creciente dependencia del financiamiento para cubrir necesidades básicas. Según el First Capital Group, la cartera de tarjetas aumentó un 21% interanual, pero la morosidad está complicando el acceso al crédito para muchos usuarios.
El estrés financiero no solo afecta a los hogares; las empresas también están sintiendo la presión, con un aumento del 189% en cheques rechazados por falta de fondos en noviembre. Este escenario resalta la fragilidad de la economía y el crédito se posiciona como un recurso de supervivencia que ayuda a las familias y empresas a mantenerse a flote.
