El estudio, liderado por Laura Caullo, economista del área social y laboral del Ieral de la Fundación Mediterránea, ofrece una visión detallada sobre el empleo registrado. Mediante datos mensuales de la Seguridad Social, se examinan las nóminas que las empresas declaran para el pago de aportes.

Flujos de Empleo: Creación y Destrucción

Este enfoque permite diferenciar entre empleadores que incrementan su plantilla y aquellos que reducen su personal o se retiran del sistema formal. Así, las empresas se dividen en dos grandes grupos: las que crean empleo y las que lo destruyen. Las primeras incluyen nuevas firmas y aquellas en expansión, mientras que las segundas abarcan empresas que cierran o reducen su personal.

Un Primer Trimestre de Ajuste

Los datos del primer trimestre de 2024 reflejan una clara tendencia a la baja, con la creación de empleo formal cayendo significativamente. Esto se tradujo en una pérdida neta de aproximadamente 73,000 empleos. Este retroceso está vinculado a un entorno macroeconómico contractivo que llevó a las empresas a ajustar costos para garantizar su viabilidad.

Señales de Estabilidad en 2025

A pesar del mal panorama, el primer trimestre de 2025 muestra un panorama más prometedor. La creación de empleo empieza a recuperarse, mientras que la destrucción de puestos disminuye. El resultado es un saldo neto casi neutro, indicando que la intensa fase de ajuste podría estar en vías de concluir.

Empresas Activas y Ajustes Internos

La desagregación de estos datos revela que tanto la creación como la destrucción de empleo provienen principalmente de empresas que siguen operando. Esto sugiere que las decisiones de ajuste son menos sobre cierres masivos y más sobre modificaciones dentro de estructuras ya existentes.

Expectativas y Reformas Laborales

La discusión sobre la reforma laboral en curso debe analizarse desde esta óptica de flujos. La reforma no solamente debe evaluarse en términos de nuevos puestos, sino por su capacidad para alterar los incentivos empresariales. Climas de menor incertidumbre y costos predecibles podrían facilitar una mayor creación de empleo y reducir la volatilidad en los despidos.

Hacia un Futuro Más Estable

El mercado laboral argentino parece dirigirse hacia una etapa de estabilización en 2025. Aunque aún no se vislumbra una recuperación completa, los flujos de empleo comienzan a regularizarse después de un año complicado. La capacidad de la nueva política macroeconómica para fomentar decisiones de inversión y crear nuevas empresas será clave en los próximos años.

Expectativas para 2026

En 2026, el desempeño del empleo formal dependerá de la continuación de esta estabilización y de un entorno económica más propicio. Si esto se logra, podríamos observar un crecimiento sostenible del empleo, alimentado tanto por firmas existentes como por un renovado dinamismo empresarial.