Trump da un gran paso hacia la regulación del cannabis en EE. UU.
El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que marca un importante cambio en la política sobre el cannabis en Estados Unidos, lo que podría abrir nuevas puertas para su investigación y uso.
La medida, esperada por muchos, le indica a la fiscal general de EE. UU. que reclasifique el cannabis, pasando de ser considerado un narcótico de la Lista I a uno de la Lista III, posicionándose al nivel del Tylenol con codeína.
Impacto de la nueva clasificación
Aunque el cannabis seguirá siendo ilegal a nivel federal, este cambio permitirá incrementar las investigaciones sobre sus posibles beneficios. La reclasificación también tiene importantes repercusiones fiscales para los dispensarios de cannabis autorizados, quienes podrían beneficiarse de deducciones fiscales eliminadas anteriormente debido a su estatus actual.
Acceso ampliado al CBD
Además de reevaluar el estatus del cannabis, Trump ha instruido a su administración a colaborar con el Congreso para facilitar el acceso al cannabidiol (CBD) para ciertos beneficiarios de Medicaid, lo que podría tener un impacto positivo en la salud de muchos estadounidenses.
Métodos de investigación en salud
Las autoridades sanitarias tendrán el mandato de desarrollar métodos para evaluar los riesgos y beneficios reales del CBD, con la intención de promover un enfoque más informado y basado en evidencia sobre el consumo de cannabis y sus derivados.
Oposición legislativa
A pesar del avance, un grupo de 22 senadores republicanos ha expresado su desacuerdo, argumentando que se normaliza el consumo de cannabis y que podría tener efectos nocivos en la salud pública y la productividad del país.
La preocupación por el impacto del cannabis en el juicio y la concentración ha llevado a diversos legisladores a cuestionar el cambio. Sin embargo, la opinión pública presenta un panorama diferente, con un 64% de los estadounidenses a favor de la legalización del cannabis, según una encuesta reciente.
Tendencias políticas
Trump ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de reformar la política antidroga en EE. UU. A lo largo de su campaña, enfatizó la necesidad de acabar con las detenciones por el uso personal de marihuana y promover regulaciones que aseguren productos seguros y probados.
Este movimiento impulsado por la administración de Trump sugiere un cambio significativo en la forma en que se abordarán las cuestiones relacionadas con el cannabis en el futuro, lo que indica un posible camino hacia una mayor aceptación y regulación del uso de esta sustancia en el país.
