El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva orientada a reclasificar la marihuana, propuesta que la sitúa como una droga de menor peligrosidad. Aunque esta medida no implica la legalización del uso recreativo a nivel federal, abre la puerta a un amplio rango de implicaciones en la investigación médica y en la regulación del cannabis.

Un Cambio de Clasificación que Impacta

La orden plantea mover el cannabis de la Lista I, que abarca sustancias con alto potencial de abuso y sin uso médico comprobado, a la Lista III, donde se encuentran medicamentos como la ketamina. Este cambio estaría bajo la supervisión de la Administración para el Control de Drogas (DEA), que ya había comenzado a revisar este asunto en la administración anterior.

Posibles Efectos de la Medida

Aunque esta reclasificación no legaliza la marihuana para consumo recreativo a nivel federal ni anula las legislaciones estatales, podría transformar el entorno regulatorio. Entre las consecuencias se vislumbran una reducción de impuestos para la industria, una mayor facilidad de acceso a financiamiento y un impulso a la investigación científica y médica.

Las Razones Detrás de la Decisión

Trump justificó su decisión enfatizando el potencial terapéutico de la marihuana, expresando que ha recibido numerosas solicitudes de personas que sufren y buscan alivio. Este enfoque medicinal es la estrategia adoptada por la Casa Blanca para abordar un tema que genera divisiones dentro del propio partido.

Un Contexto Político y Legal Complejo

Este anuncio no es un terreno desconocido en Washington. Durante la administración de Joe Biden, ya se había planteado la posibilidad de reclasificar la marihuana, aunque el proceso avanzó lentamente. La iniciativa de Trump busca acelerar esta revisión en un ambiente donde miles de comentarios públicos han sido recogidos.

Divergencias dentro del Partido Republicano

Aunque la medida recibe apoyo, también enfrenta resistencia. Más de 20 senadores republicanos, encabezados por Ted Budd de Carolina del Norte, han solicitado mantener la marihuana en la Lista I, argumentando que su peligrosidad persiste y que un cambio podría debilitar esfuerzos para consolidar a Estados Unidos.

Disparidad entre Leyes Estatales y Federales

La decisión de Trump se hace en un contexto donde las leyes sobre marihuana difieren ampliamente entre los estados, con muchos permitiendo su uso médico, recreativo o ambos. Sin embargo, la prohibición federal sigue generando incertidumbres legales. La opinión pública ha cambiado, con un aumento del apoyo a una regulación más flexible, creciendo del 36% en 2005 al 68% en años recientes, según encuestas de Gallup.

Fomento a la Investigación y el Acceso al CBD

La orden ejecutiva también incluye un llamado a promover la investigación y el acceso al CBD, un derivado legal del cáñamo. En este marco, se ha anunciado un programa de Medicare que permitirá a los adultos mayores acceder a CBD derivado del cáñamo, siempre bajo recomendación médica, con el objetivo de aliviar condiciones como dolores crónicos.