Este ataque, que causó daños significativos al buque, se produjo frente a las costas de Libia, coincidiendo con la conferencia anual de prensa del presidente Vladimir Putin. La acción resalta el aumento del conflicto marítimo en torno a la «flota sombra», término que se refiere a los barcos utilizados por Rusia, Irán y Venezuela para eludir sanciones mediante maniobras engañosas.

¿Qué es la Flota Sombra?

La flota sombra está compuesta por más de 1.000 embarcaciones que cambian de bandera con frecuencia y cuya propiedad es confusa. Estos buques han permitido a Moscú seguir exportando petróleo, crucial para financiar su invasión a Ucrania.

Operación Sin Precedentes

Un portavoz de la Seguridad de Ucrania (SBU) definió el ataque del viernes como una «operación especial sin precedentes». A pesar de no ofrecer detalles sobre la implementación del dron, se aseguró que el buque estaba vacío y que no hubo riesgos ambientales. El tanque, identificado como Qendil, recibió daños críticos que imposibilitan su uso.

Justificación del Ataque

Un funcionario ucraniano argumentó que el barco estaba involucrado en esquemas de evasión de sanciones, contribuyendo financieramente a la guerra contra Ucrania, lo que lo convierte en un objetivo legítimo según el derecho internacional.

«El enemigo debe entender que Ucrania no se detendrá y que lo atacará en cualquier parte del mundo», declaró la fuente de la SBU.

Comentarios Internacionales y Respuestas

Expertos y líderes europeos creen que estos buques han sido utilizados por Rusia para realizar operaciones de guerra híbrida en el continente. Las recientes acciones contra la flota sombra también han sido impulsadas por preocupaciones sobre la seguridad y el medio ambiente, ya que muchos de estos buques navegan sin sistemas de identificación automática para evitar ser rastreados.

Este mes, fuerzas estadounidenses abordaron un tanker sancionado cerca de Venezuela, mientras que la administración de Donald Trump anunció bloqueos a otros buques de la flota sombra en ese país, intensificando así los esfuerzos internacionales contra estas prácticas.

Como respuesta a la creciente agresividad de las acciones marítimas, países europeos están intensificando sus esfuerzos para combatir estas actividades sospechosas en sus aguas.