Un reciente informe del Instituto Gino Germani de la UBA revela una alarmante disminución en la formalidad laboral: solo el 45% de los trabajadores en Argentina cuenta con un empleo formal, una cifra que marca un mínimo histórico. Este nuevo escenario pone de manifiesto la generación de empleos precarios, donde nueve de cada diez nuevas posiciones laborales son inestables.

Caída del Empleo Formal y Expansión de la Precariedad

La crisis laboral no es un fenómeno aislado; el estudio indica que todas las regiones del país han visto una caída en el empleo formal, siendo el Gran Buenos Aires la más afectada con una pérdida de más de 82,000 puestos. Sectores tradicionales como la manufactura y la construcción están en declive, mientras que áreas de menor productividad, como el alojamiento y la gastronomía, experimentan un crecimiento, aunque con salarios inferiores y condiciones laborales más vulnerables.

Desigualdad Salarial y Pobreza Laboral

La precarización del empleo se traduce en salarios insuficientes, obligando a trabajadores que han dejado la formalidad a aceptar ingresos un 50% menores que los de sus pares registrados. Este dato es alarmante, dado que el 72% de los trabajadores recibe salarios por debajo de la Canasta Básica Total, que alcanzó $1,213,799 en octubre de 2025. Entre aquellos con empleo a tiempo completo, el 19% vive por debajo de la línea de pobreza; esta cifra se eleva a 41.3% en el caso de los trabajadores informales.

Desafíos del Pluriempleo y Estrategias Familiares

La búsqueda de empleos adicionales se ha vuelto una estrategia común; el pluriempleo afecta al 12% de los trabajadores. La inestabilidad ha llevado al 67% de la población económicamente activa a enfrentarse a problemas de empleo, ya sea por subocupación o puestos precarios. Además, el acceso a préstamos y financiamientos ha aumentado, evidenciando la dependencia de las redes de apoyo familiar para cubrir gastos cotidianos.

Las Actividades Laborales con Mayor Crecimiento

A pesar de que ciertas industrias, como el alojamiento y la alimentación, han visto un aumento en sus ingresos, los sueldos siguen siendo bajos. Por ejemplo, en el sector de alojamiento, el salario promedio alcanzó los $563,000, con solo un 8% de los trabajadores superando el millón de pesos. En transporte, aunque el promedio es de $1,100,000, solo el 29% de los empleados logran ese ingreso.

Impacto en los Jóvenes y Nuevos Empleos

Los jóvenes y aquellos en busca de su primer empleo sienten más agudamente esta transformación, ya que acceder a un trabajo formal se convierte en un desafío. Muchos se ven obligados a aceptar posiciones informales o temporales con remuneraciones bajas y escasos beneficios.

Expertos coinciden en que revertir esta tendencia requerirá de una serie de políticas que promuevan la producción, incentiven el empleo formal y reduzcan la brecha entre los salarios y el costo de vida. Esta tarea será un desafío monumental para el país.