La Incerteza del Acuerdo Mercosur-Unión Europea: Protestas y Nuevas Postergaciones
La viabilidad del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea se encuentra nuevamente en suspenso. Protestas masivas de agricultores europeos han reavivado el debate y la incertidumbre en torno a este tratado que, tras más de dos décadas de negociaciones, se esperaba firmar en 2026.
Durante su aparición en Canal E, Javier Preciado Patiño, ex subsecretario de Mercados Agropecuarios, compartió sus inquietudes sobre el futuro del acuerdo. Las manifestaciones de productores europeos contra la Agenda 2030 y las regulaciones impuestas han generado un clima de desconfianza. “Los productores están mostrando una clara resistencia a comprometerse con una agenda que sienten ajena”, destacó.
Postergaciones que Se Suman
El anhelado acuerdo se ha visto pospuesto repetidamente. Según Patiño, el contexto actual ha transformado el escenario de negociaciones. “Este acuerdo pertenece a un tiempo que ya no existe, dominado por guerras arancelarias y un auge de acuerdos bilaterales”, explicó, remarcando la obsolescencia del tratado.
Brasil, El Gran Interesado
Patiño subrayó que Brasil es el país más interesado en continuar con las negociaciones, dado su tamaño y capacidad de producción. “Por su escala, Brasil visualiza oportunidades de negocio con la Unión Europea, mientras que Argentina obtendría beneficios limitados”, agregó, citando al sector de la carne vacuna como la excepción.
La Voz de los Productores Europeos
El descontento en Europa es palpable, y lo impulsan los propios agricultores que temen las consecuencias de una apertura comercial. “No se trata solo de Argentina; el temor se centra en la capacidad de Brasil para inundar el mercado europeo con productos agrícolas”, señaló Patiño, haciendo hincapié en la influencia de países como Francia y Alemania en el rechazo al acuerdo.
Desafíos Ambientales y Certificaciones
Uno de los principales escollos en las negociaciones es la exigencia de las certificaciones ambientales por parte de Europa, con un enfoque en la “libre de deforestación”. Patiño afirmó que, aunque la demanda es razonable, el costo no debería recaer únicamente en los productores argentinos. “La certificación debe ser viable y no convertirse en una carga económica”, indicó.
Asimismo, enfatizó que Argentina no debería ser asociada con Brasil en cuanto a deforestación. “Podemos demostrar que nuestras producciones de carne, soja y cereales provienen de áreas que no han sufrido deforestación”, concluyó.
