Los investigadores del asesinato de Ángeles Rawson quieren saber con quién se comunicó el encargado Jorge Mangeri en las horas posteriores al homicidio y antes de quedar detenido como único acusado de ser el presunto autor material del crimen. En el requerimiento del listado de las llamadas telefónicas realizadas desde el celular del imputado y de las comunicaciones recibidas en esa línea, la Justicia solicitó que se remita un informe con la ubicación geográfica de las antenas que captaron esas llamadas. Esta medida apunta a establecer dónde estaba la persona que tenía ese celular y permitiría establecer en qué lugares estuvo el imputado en las horas posteriores al homicidio. Según fuentes de la investigación, también se pidió el informe sobre el recorrido del celular de la víctima, que estuvo encendido hasta el 10 de junio, a las 21.50. Si bien el teléfono de Ángeles todavía no fue hallado, los responsables de la pesquisa intentarán establecer cuál fue el recorrido que hizo la persona que tenía el teléfono después de que mataron a la adolescente. Esa información figura en los archivos de las empresas de telefonía celular y, entre otras cosas, permite establecer el trayecto realizado por la persona que llevaba ese celular. Esta hoja de ruta del celular de Ángeles desde el momento del homicidio hasta que fue apagado ese mismo día, pero a la noche, se puede comparar con el trayecto del teléfono del encargado y único acusado, o con los movimientos realizados por cualquier otro sospechoso. Hasta anoche, cuando pasaron doce días del homicidio de la adolescente, de 16 años, su teléfono no había sido encontrado. Se sabe, sí, que alguien lo apagó a las 21.50 del día que fue asesinada y nunca más se activó. Durante los últimos días, los investigadores también establecieron que, desde el momento en que fue vista con vida por última vez, minutos después de las 10, no se realizaron ni se recibieron llamadas desde ese celular. También se pedirán informes sobre los datos de las comunicaciones realizadas en las antenas que tienen cobertura en la zona de la intersección de las avenidas Balbín y General Paz, donde fue hallado el cuaderno de comunicaciones de Ángeles. Con este dato, los detectives esperan determinar si aparece el celular del imputado, lo que indicaría que habría existido un intento por desviar la pesquisa del edificio de Ravignani 2360 hacia otra zona, a más de 90 cuadras del lugar donde fue asesinada la joven, según la acusación de la fiscal de Instrucción María Paula Asaro. Si bien los resultados de todos estos informes pueden demorar varias semanas, tienen un alto grado de confiabilidad debido que los archivos no pueden ser modificados. Tan grande es la certeza de estos informes que fueron utilizados por varios tribunales para fundar condenas en casos resonantes como el millonario asalto contra el ex Banco Río de Acassuso o el homicidio del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas, por citar sólo algunos ejemplos. Argumentos de la defensa «Mangeri no se autoincriminó. Dijo algo, pero no lo que plasmaron en el acta. Además, aseguró que sólo lo llamaron una vez para que vaya a declarar y afirmó que lo amenazaron con que si no hablaba iban a detener a su esposa.» Así el abogado Marcelo Biondi, que representa al encargado del edificio de Ravignani 2360, acusado de ser el presunto autor material del homicidio de Ángeles, relató parte de la conversación de dos horas que tuvo en el penal de Ezeiza con el único detenido por el asesinato de la adolescente. Según el letrado, el encargado le refirió que nunca dijo la frase «soy el responsable de lo de Ravignani 2360; fui yo». Además, Mangeri afirmó que sufrió tres episodios en los que lo amenazaron. «El primero ocurrió el día anterior a su detención, en Ravignani y Santa Fe, cuando fue interceptado por dos hombres que le apuntaron con dos armas y le advirtieron que si no se hacía cargo del hecho también iría presa su esposa», relató el letrado. Fuente: http://www.lanacion.com
Caso Angeles: Los celulares son una pista clave
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