La grafología también analiza los números. Es que la forma en la que escribimos las cifras habla de nosotros, en particular, de cómo nos relacionamos con lo económico. Esto se evalúa principalmente según las leyes del movimiento, que no son otra cosa que las cuatro direcciones cardinales: descendente, ascendente, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
Uno de los aspectos de mayor relevancia a la hora de realizar este tipo de análisis es el orden: la forma en la cual la persona decide distribuir y organizar las cifras cuando realiza una operación matemática, nos estará hablando de sus competencias para administrar y manejar dinero.
Algunas pautas para tener en cuenta:
* Buena distribución. Cuando los números están distribuidos prolijamente en la hoja, esto indica autodominio, claridad conceptual y objetividad en el juicio de valores. Por lo tanto, la persona tratará con importancia y seriedad cuestiones relacionadas con dinero. El orden muestra que la persona se maneja con ética personal y profesional y que busca administrar los recursos económicos con exactitud en forma justa, ya sean valores abstractos como concretos.
* Distribución confusa. Es decir, las líneas de horizontales sinuosas, cifras mal formadas, distancias irregulares entre unas y otras, columnas torcidas, etc. Esto habla de personas que suelen no ser claras en la administración del dinero ni son muy criteriosas. Pueden llegar a ocultar, en virtud de obtener un beneficio. Son personas que tienen la tendencia a mentir o disfrazar las cosas ya sea por vanidad, egoísmo, por intereses materiales ilícitos o perversidad.
* Números claros y bien delineados. Indicarán generalmente que la persona seguirá las pautas, lo recto, lo medido y lo sujeto a comprobación. Es una persona que sentirá rechazo por las operaciones confusas, complejas y lo anacrónico. Basará su seguridad en lo evidente y todo aquello que puede ser comprobable.
* Números muy grandes. Puede indicar que la persona tiene ilusión o fantasía de obtener mucho dinero (sueño de hacerse millonario). También puede poner de manifiesto cierta relación histérica con el dinero, inclinados a exagerar las emociones vinculadas con el dinero y a obrar con muy poco control y prudencia en sus gastos. Habla de personas con poco sentido práctico y tendencia al despilfarro. Es importante tener en cuenta el contexto en aspectos relacionados con la dimensión, ya que puede estar planteando también preocupaciones por temas financieros.
* Cifras muy grandes y con distribución confusa. Marcará que la persona no cuenta con competencias para llevar adelante tareas contables, ni una administración efectiva de los recursos.
* Dimensión pequeña. Indica que la persona siente que no cuenta con competencias para generar o administrar dinero. También puede poner de manifiesto que la persona se siente inferior a causa de su situación económica, más allá de sus competencias reales para generarlo. Este aspecto pone de manifiesto más un estado emocional que una competencia.
* Dimensión pequeña y distribución clara. Puede poner de manifiesto que la persona es excesivamente minuciosa y detallista. Como así también nos hablará de alguien avaro.
* Cifras más altas que anchas. Principalmente, los números 2, 3, 5, 7 y 9. Esto habla de una persona orgullosa, que le dará importancia al dinero en cuanto a la ilusión de estatus que le proporciona.
* Cifras más anchas que altas. Será una persona que se apegará a los valores materiales más desde lo cotidiano y en busca de seguridad.
* La presión de los trazos. Reflejará el nivel de fortaleza o debilidad de carácter en el manejo del dinero y cómo impacta lo económico en su mundo emocional.
* Trazo firme. Nos habla de una persona que es segura de sí misma, que se maneja con empuje y autenticidad. El aspecto económico no interviene en sus sentimientos y actitudes para con terceros.
* Trazo débil. Si bien nos puede hablar de una persona humilde, habitualmente indica que la persona siente que no es lo suficientemente hábil para superar las dificultades económicas, es decir, que falta determinación y estímulo interno para salir a enfrentar este tipo de dificultades.
* Cifras trazadas con rapidez. Nos hablará de una persona vivaz, tanto desde el pensamiento como en la acción. Son personas que tienen facilidad para comprender y efectuar análisis matemáticos, económicos y financieros. Cuando son tan rápidas que ya no se entienden los números, habla de impaciencia para alcanzar un fin concreto, imprecisión en los detalles, desorden en la conducta y en los medios para alcanzar los objetivos.
* Cifras trazadas con lentitud y con regularidad. Son personas que buscarán manejarse con mayor orden, autocontrol; calculan sus acciones, son metódicas, más serenas, y se toman su tiempo antes de tomar una decisión, ya que desean evaluar las opciones bajo diferentes aspectos.
* Cifras de trazos lentos pero débiles. En este caso, nos hablará de una persona más bien perezosa, con cierta tendencia a la indolencia y a la vacilación en relación al dinero.