Tras la derrota que sufrió en las primarias, el Gobierno anunció dos planes para reforzar la seguridad en el país. Por un lado, se enviaron 4.000 gendarmes al conurbano bonaerense. Por el otro, 4.500 efectivos del Ejército fueron trasladados para vigilar la frontera del norte del país como parte del Operativo Escudo Norte. Sin embargo, según reconoció el propio ministro Agustín Rossi, el personal que colaborará con las tareas que allí realiza Gendarmería no podrá realizar detenciones ni tampoco disparar contra las avionetas sospechadas de narcotráfico que crucen la frontera sin identificarse ni obedecer la voz de alto. «Cuando detecten una fuerza irregular se comunican inmediatamente con las fuerzas de seguridad. Tenemos una Ley de Defensa Interior que tiene especificaciones muy claras», reconoció el titular de la cartera de Defensa. En diálogo con Radio 10, el ministro explicó que, tras la última dictadura militar, la normativa define muy claramente los pocos casos en que el Ejército puede intervenir y la intervención en operativos de la frontera no es uno de ellos. Por otra parte, Rossi recordó que la fuerza ya viene «haciendo un trabajo del control del espacio aéreo» en la zona. «Tenemos la zona radarizada, la vamos a aumentar y seguramente vamos a tener un radar primario fabricado íntegramente en la Argentina antes de fin de año», anticipó. Sin embargo, al consultársele si se podía derribar un avión o avioneta sospechoso que ingresara al espacio argentino sin permiso, reconoció: «No existe Ley de Volteo en Argentina». Por último, el ministro de Defensa negó rotundamente las versiones acerca de que se tomarían voluntarios para que colaboren con el patrullaje en la frontera. «Nadie tiene previsto incorporar seis mil soldados voluntarios», aseguró.
Fuente > infobae.com