El Gobierno argentino había planeado acelerar el trámite de la Modernización Laboral antes de que se agote el año, pero la realidad política ha llevado a un cambio en el cronograma. Tras la votación en Diputados, donde celebraron la aprobación del Presupuesto 2026, pero fracasaron en salvaguardar las emergencias en Discapacidad y Financiamiento Universitario, la ministra Patricia Bullrich anunció el aplazamiento del debate. Aunque el proyecto cuenta ya con dictamen, se decidió esperar hasta el 10 de febrero para discutirlo en el Senado.

Reacciones a la Postergación

Este giro sorprendió a la oposición, que había alertado sobre la falta de consenso. En ese marco, una masiva marcha de la CGT y de diversos movimientos sociales se llevó a cabo frente a Plaza de Mayo, manifestando su rechazo a la reforma. A su vez, los bloques diálógicos pidieron más tiempo para introducir correcciones al proyecto.

Bullrich Aclara la Situación

En un giro inesperado, Bullrich, quien había sido la voz del oficialismo durante su presentación, minimizó la urgencia del trámite y explicó a la prensa: “Podríamos tratar el proyecto ahora, porque tenemos los votos y el dictamen. Sin embargo, muchos senadores quieren participar y aportar ideas antes de continuar”, señalando así la creciente necesidad de diálogo.

Reconoció además el impacto de la decisión reciente en torno a la importancia de no comprometer el superávit fiscal: “Algunas propuestas generaban un alto déficit fiscal que no podemos permitir”, enfatizó.

Nueva Fecha y Posibilidades de Modificación

El debate sobre la Reforma Laboral se reprogramó para el 10 de febrero. La fase extraordinaria abarcará del 3 al 27 de ese mes, incluyéndose también la modificación de la Ley de Glaciares. Aunque ya existe un dictamen, Bullrich subrayó que el texto sigue abierto a cambios, buscando así acercar a los bloques que solicitaron modificaciones.

Perspectivas de los Sectores Involucrados

La jornada del jueves estuvo marcada por un diálogo que el Gobierno ahora reivindica como crucial. Mientras que representantes de plataformas digitales defendieron la propuesta del Ejecutivo, los trabajadores del sector, representados por sindicatos, levantaron su voz en contra.

En particular, Nicolás Debernardi, de PedidosYa, argumentó que la economía de plataformas muestra un crecimiento del 20% proyectado para 2025, instando a la aprobación del proyecto para despejar las incertidumbres legales que enfrentan. En respuesta, el sindicato de motociclistas, liderado por Marcelo Pariente, cuestionó: “Esta propuesta legaliza la vulnerabilidad y el fraude laboral, eliminando la esperanza de un futuro mejor”.

Oposición Acentúa Críticas

La participación de sectores que antes no habían tenido voz reforzó la posición de la oposición, clamando por más instancias de discusión en el Senado. Mariano Recalde, senador peronista, destacó la importancia de escuchar a todos los actores involucrados antes de avanzar: “Quedaron muchos asuntos sin discutir”, afirmó.

Por su parte, Bullrich insistió en que se tiene la disposición para realizar modificaciones, aunque Recalde cuestionó la falta de sustento en los fundamentos del proyecto, afirmando que “no hay modernización” y que, de ser aprobada, se estaría retrocediendo en derechos laborales.

La estrategia ahora está enfocada en evitar nuevas derrotas legislativas y mantener el equilibrio fiscal mientras continúan las negociaciones, teniendo en cuenta las tensiones internas y las distintas posiciones de los actores sociales y políticos.