El paracaidista «Fearless Felix» Baumgartner realizó el miércoles otro salto estratosférico; en esta ocasión desde una altitud de más de 18 millas (casi 29 kilómetros) o aproximadamente 96.640 pies, casi tres veces la altura a la que viajan los jets en vuelo crucero.
Aterrizó a salvo cerca de Roswell, Nuevo México. Su velocidad máxima fue calculada en 862 kph (536 mph), dijo Brian Utley, un funcionario observador en el lugar.
Es el segundo salto de prueba de Baumgartner desde una altura tan extrema y su marca personal. Busca romper el récord de 125.000 pies, o 23 millas (37 km), dentro de un mes. Espera en esa ocasión caer a una velocidad supersónica, rompiendo la velocidad del sonido únicamente con su cuerpo.
«Siempre ha sido mi sueño», dijo Baumgartner en un comunicado distribuido después de su hazaña del miércoles. «Sólo un paso más por realizar», agregó.
Joe Kittinger, poseedor del récord desde hace mucho tiempo, salto desde una altitud de 102.800 pies -31,3 km- en 1960 para la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Kittinger monitoreó el salto del miércoles desde un minicentro de control en Roswell.
Al igual como lo hizo en marzo, el paracaidista austriaco de 43 años ascendió solo en una cápsula confinada elevada por un globo gigantesco de helio que despegó de Roswell. Vistió un traje totalmente presurizado equipado con paracaídas y suministro de oxígeno, ya que a esa altitud virtualmente no hay atmósfera.
Le tomó aproximadamente una hora y media alcanzar la altitud deseada y se mantuvo en caída libre durante cerca de tres minutos y 48 segundos antes de abrir su paracaídas.
«Se siente completamente diferente a 90.000 pies», comentó Baumgartner. «No hay control cuando uno sale de la cápsula. No hay manera de lograr la estabilidad», agregó.
En marzo, Baumgartner saltó desde 71.581 pies, más de 20 km, saludando antes de salir de la cápsula. El clima malo a inicios de esta semana retrasó el segundo salto de prueba hasta el miércoles.
La NASA está poniendo mucha atención a este proyecto financiado por Red Bull llamado Estratos, por estratósfera. La agencia espacial quiere aprender todo lo que pueda sobre sistemas potenciales de escape en vuelos futuros con cohetes.
Baumgartner no se acercará al espacio, ni siquiera en su último salto, planeado para fines de agosto o principios de septiembre. El espacio comienza oficialmente a 100 kilómetros de altura, o 62 millas, más de 328.000 pies.
Baumgartner, un ex paracaidista militar y atleta extremo, ha saltado más de 2.500 veces de aviones y helicópteros, así como de rascacielos y estructuras prominentes, como el edificio Taipei 101, de 101 pisos, en Taiwán.
Kittinger, quien cumple 84 años el viernes, era un capitán de la Fuerza Aérea cuando realizó su salto histórico para el llamado Proyecto Excelsior. Alcanzó una velocidad de 988 kph (614 mph) en ese salto, equivalente a Mach 0,9, a muy poco de la barrera del sonido.
Baumgartner espera acelerar a 1.110 kph (690 mph) en el último salto.
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