Rich Ferguson, un mago residente en la localidad de San Luis Obispo, California, ya está metido de lleno en el clima de Halloween, y se divierte asustando a sus vecinos.
El hombre creó un truco simple y eficaz, en el que parece perder bruscamente la cabeza. Las actividades del mago son filmadas por un compinche, quien registra las caras de pánico y posteriores risas de los transeúntes.
«Durante el día la ilusión funciona perfectamente, pero de noche y en lugares más vulnerables, la gente se asusta bastante», explica Ferguson.