Insólito descubrimiento de una mamá soltera sobre sus dos hijos adoptados

Después de que su matrimonio terminó cuando cumplió 30 años, Katie Price decidió comenzar un nuevo capítulo en su vida. Se mudó a un nuevo hogar en Colorado, Estados Unidos, cambió de trabajo y decidió tener un hijo.

Siempre debió luchar contra los problemas de fertilidad, pero su decisión de ser madre fue mucho más fuerte. Y se decidió a adoptar. Así fue que hace tres años, una trabajadora social le contó sobre un nene sin nombre, de cuatro días, que había sido dejado en un hospital local. 

Así fue que legalmente hizo los trámites necesarios y comenzó a criar a Grayson durante casi un año. Después de ese proceso, un tribunal local le sacó la patria potestad a la madre biológica (que conocían la identidad, pero que nunca quiso criar al pequeño) y Katie pudo finalmente adoptar al pequeño. 

A Katie le encantaba ser madre y planeaba esperar otro par de años para traer a otro nene a su casa. Pero ni siquiera un mes después de adoptar a Grayson, cuando el niño tenía un año, otro trabajador social se contactó con ella por otro caso muy grave.

Una beba recién nacida había sido abandonada en un hospital y necesitaba un hogar en forma urgente. «Sé que estoy loca, pero Dios me está diciendo que diga que sí», confesó luego Katie. Al igual que con su primer hijo, aceptó el desafío de criar a la beba hasta tanto la Justicia luego se expidiera sobre la cuestión de fondo. Es decir, si ella podía continuar con su segunda hija. 

Así, Hannah, de pocos días de vida, llegó a la casa de Katie y encontró un hogar para siempre junto a Grayson, de un año. Pero cuando Katie miró más de cerca a la beba notó que tenía un brazalete del hospital; allí notó algo realmente sorprendente. 

El primer nombre de la madre biológica era el mismo nombre que la madre biológica de Grayson había dado al hospital. Mientras revisaba los documentos de alta de Hannah, se dio cuenta de que la mamá biológica también compartía la misma fecha de nacimiento que la madre biológica de Grayson.

Aunque Grayson y Hannah no se parecen en nada, Katie tenía la sospecha de que sus dos hijos recién adoptados estaban relacionados de alguna manera. «Grayson es mitad afroamericana con una hermosa piel más oscura y cabello oscuro y rizado», escribió Katie en su blog. «La nena tiene un tono de piel blanco pálido con el pelo liso rubio rojizo».

Katie estaba tan decidida a descubrir la verdad que rastreó a la madre biológica de Hannah. La segunda vez que se conocieron, Katie supo al instante que también estaba mirando a la madre biológica de su hijo.

La mujer le dijo a Katie que dio a luz a un nene antes de entregar a Hannah. Una prueba de ADN confirmó que Grayson y Hannah son medio hermanos biológicos.

«¿Qué pasaría si la beba hubiera ido a otra familia?», se preguntó Katie en su blog. «Nunca habríamos encontrado a ella ni a la madre de Grayson. ¡La conexión nunca se habría hecho!».