Marcelo Tinelli conmovido con la dura historia de un nene salteño de siete años

Marcelo Tinelli fue el encargado de dar a conocer la historia a través de su cuenta de Twitter, donde lo siguen más de 9 millones de personas. El conductor y empresario posteó un dulce video de un nene salteño que conmovió a sus seguidores. Maximiliano tiene siete años y una dura historia de vida. A los ocho meses, una vela se cayó sobre su cama y sufrió quemaduras en el 90% del cuerpo. Producto del accidente, perdió los dedos de ambas manos. Fue operado y aprendió a escribir uniendo los dos puños gracias a la ayuda de familiares y maestros. «Hola Tinelli te quiero conocer, te mando un beso», dice el pequeño en el mensaje que le mandó a Marcelo y que él se encargó de compartirlo en el universo virtual. Embed «A veces se le hincha la mano, es como si tuviera dos. Los médicos no lo quieren volver a operar, pero él necesita que lo vean», relata Valeria, la mamá del nene que cursa primer grado, al diario El Tribuno y agrega que Maxi «muy frecuentemente siente dolores por el crecimiento de los huesos». Además de esta cruda situación, se suma la precariedad que vive la familia. La mamá busca trabajo porque actualmente sólo tiene como ingreso la Asignación Universal por Hijo y espera que pronto le salga la pensión por discapacidad, por la que aún debe presentar algunos documentos. Luis, el padre de Maxi, intenta contactar otro cirujano que pueda darle una mejor calidad de vida a su hijo. Para esa posible intervención, alguna vez salió a recaudar fondos por las calles de Salta disfrazado de El Chapulín Colorado. Valeria, además, reveló que como con el subsidio que le otorga el Estado no les alcanza para llegar a fin de mes, tiene un almacén que le fía los productos para que Maxi y sus hermanitos puedan comer. «Mis hijos siempre me piden yogur con cereales, y a veces no tengo para comprarles. Comen ellos, pero yo no», afirmó tristemente. Maxi no abandona sus sueños. Con mucha admiración y entusiasmo, grabó el video y sus padres se encargaron de hacérselo llegar a Tinelli. Él, profundamente conmovido, le hizo una promesa: «Muero por conocerlo personalmente. Lo vamos a traer».