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El País / Uruguay – Curtis Clark Green se declaró culpable el jueves de confabulación para traficar drogas por su papel como administrador de la red Silk Road, la “Ruta de la Seda”, conocida también como la e-Bay de la droga.
La captura de Green se produjo un mes después que las autoridades federales cerraron el sitio web, que funcionaba con una moneda virtual difícil de seguir y hacía lo posible por proteger el anonimato de los usuarios al operar en una red codificada. Sin embargo, clientes de la página dijeron que la misma había sido reabierta en las últimas horas.
Green, que según su abogado es de Spanish Fork, en el estado de Utah, declinó hablar después de la audiencia. El abogado también declinó hablar del tema.
Vestido con camisa blanca y corbata, y usando un bastón para entrar a la sala del tribunal, Green contestó escuetamente `sí` o `no` a las preguntas del juez, pero no hizo declaraciones detalladas sobre las alegaciones.
Green, que usaba los alias “Flush” y “Chronicpain”, reconoció como parte de su declaratoria de culpabilidad que fue administrador del sitio, cargo que le daba acceso a los detalles de las transacciones financieras y era el encargado de responder a las preguntas y quejas de compradores y vendedores, así como determinar si la policía trataba de penetrar el sitio, dijeron las autoridades.
El sitio web permitía a los usuarios buscar entre casi 13,000 artículos en categorías como “Cannabis”, “Sicodélicos” y “Estimulantes” antes de hacer compras con un bitcoin, una forma de moneda virtual.
El lugar ofrecía, además de drogas, varios servicios ilegales y, hasta julio, tenía casi un millón de usuarios inscritos de todo el mundo, según documentos del tribunal.
Silk Road ganaba una comisión de 8% a 15% por cada transacción. Según la acusación, en dos años y medio, el sitio habría generado ventas de 1,200 millones de dólares y percibió un total de 80 millones en comisiones. La página además usaba una herramienta electrónica para ocultar la ubicación de sus servidores.
La investigación comenzó en 2011 en Baltimore, donde la Policía de Inmigración y Aduanas estadounidense creó una fuerza especial llamada “Marco Polo“, con representantes de otras entidades policiales, para investigar a Silk Road y sus administradores.
William Winter, el agente especial del ICE a cargo de la pesquisa, dijo en una declaración que sus agentes seguirán persiguiendo delitos de “redes y moneda digitales que tienen por fin ofrecer anonimato“.
