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Un reciente estudio realizado por expertos en educación ha concluido que el uso de las nuevas tecnologías durante la infancia puede ayudar en el aprendizaje de los niños. Esto quiere decir que los móviles y tablets son una nueva forma de desarrollar el cerebro durante la infancia. Hacía ya años que conocíamos la existencia de aplicaciones educativas con numerosos tipos de actividades didácticas, pero no había un consenso sobre si era adecuado su uso de los niños en las primeras etapas de su infancia.
No obstante, veremos también como hay una serie de elementos a tener en cuenta para poder asegurarse de que los niños las utilizan correctamente. Los padres aun así no dejan de preocuparse y muchos deciden instalar en sus dispositivos una aplicación espía de WhatsApp. De esta manera pueden saber si los niños han hecho un uso incorrecto del teléfono o tablet cuando no los estaban vigilando, además de poder limitarlo para convertir el dispositivo en un aparato totalmente seguro para los más pequeños.
Cómo usar la tecnología para educar a tus hijos
A este respecto hay que tener en cuenta que los niños nunca deben usar estos dispositivos antes del año y medio de edad, pudiendo desde este momento y hasta los dos años con supervisión siempre de un adulto. Hay apps especialmente indicadas para esta edad en las que podrán conseguir conocimientos básicos de una manera progresiva e interactiva.
Aproximadamente a partir de los dos años y hasta los cuatro o cinco será cuando se deban de establecer unas normas más estrictas, especialmente porque ahora es cuando aprenden a usarlos o desbloquearlos por su cuenta. Además de las apps educativas ya mencionadas, los niños podrán usar los teléfonos y tablets de sus padres también como una fuente de entretenimiento con películas o programas, pero nunca de manera exclusiva.
Por último, hay que recordar establecer una serie de momentos del día en los que sí pueden usar estos dispositivos y otros en los que no, como la hora de la comida o antes de acostarse. Así como incentivar una gran cantidad de actividad física con la que puedan además socializar con otros niños, ya que además de ayudarles a relacionarse también es fundamental para que se mantengan sanos y combatir la obesidad infantil.
Los problemas de un mal uso en la infancia
Como con todas las cosas a veces disfrutar de las ventajas puede hacer que nos confiemos y no nos preocupemos por los posibles problemas. En el caso de los teléfonos móviles y los niños puede además ser muy peligroso, especialmente durante la infancia. En estos años los niños podrían acabar volviéndose adictos si pasan demasiadas horas delante de las pantallas, algo que hay que tratar de combatir. Está bien usar el teléfono para ver películas infantiles, pero no es recomendable hacer solo un uso pasivo del mismo, por lo que se debe asegurar que usan las apps y juegos interactivos para fomentar su educación.
Por último, el principal miedo que nunca abandona a los padres es el de que los niños puedan usar el teléfono sin que ellos se enteren. Aunque lo ideal es usarlo siempre con sus hijos, en ocasiones estos van a poder usarlos solos. Apenas les cuesta aprender a desbloquearlo si han visto a sus padres hacerlo cada vez que les deja su dispositivo, pudiendo también por error entrar en páginas donde no deben o realizar compras en apps sin darse cuenta. Esto hace que usar un programa con el que hackear WhatsApp y otros elementos del teléfono, sea el mejor recurso de los padres.
Motivos por los que instalar WhatsApp SPY en el dispositivo que dejas a tus hijos Sin lugar a dudas el principal atractivo para cualquier padre es el de poner todos los límites que quieran a los dispositivos que les dejan a sus hijos. De esta manera podrán impedir que se conecten a Internet o que utilicen aplicaciones de sus padres, haciendo que cualquier móvil o tablet en sus manos sea seguro. Este espía de WhatsApp también ofrece datos sobre los mensajes, llamadas o la ubicación GPS, algo que será muy útil cuando el niño se haga mayor y los padres necesiten vigilar el comportamiento de sus hijos fuera de casa.
