Como educar a niños y jóvenes en el uso y valor del dinero

Pablo Contreras Pérez

Diferentes estudios han revelado el alto y preocupante endeudamiento que hay entre los más jóvenes, los que muchas veces tienen acceso al crédito sin siquiera estar trabajando.

Iniciativas como los programas de Educación Financiera que impulsa el Sernac, dan cuenta de  lo importante que es inculcar el valor del dinero y su uso correcto desde una edad temprana.

«Es esencial que el niño tome consciencia de que el dinero es un recurso escaso  y pueda optimizar su utilidad con los recursos disponibles», resalta Paola Padilla, docente de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián (USS).

En ese sentido, la especialista apunta a que es relevante resaltar que los más pequeños de la casa deben saber que, debido a algún problema de desempleo o contingencia económica familiar, la plata puede escasear. «Entender estos conceptos a través de la administración de una mesada es una actividad útil» y «un buen mecanismo», afirma.

Si es que los padres toman esa decisión, la especialista recalca que se debe considerar factores como «los ingresos de los padres y de la realidad familiar; por otra parte de los gastos no cubiertos por los padres y que estos desean que el niño cubra con la mesada; y finalmente también la observación de los hábitos de gasto del niño y de las mesadas que reciben sus amigos, con el fin de determinar una cantidad adecuada para su administración», señala Padilla.

A su vez, la docente indica lo relevante es que desde pequeños los niños sepan tomar decisiones de compra y aplicar esto a partir de que ellos sepan operaciones matemáticas básicas, «es decir, niños de más o menos 10 años».

Además, la economista da un ejemplo útil que los padres pueden usar: una tarjeta de débito. «Es prácticamente lo mismo que tener el dinero en el bolsillo y no implica riesgo de caer en un impago o mora, pues solo se puede gastar lo que esté depositado en la cuenta», asegura aunque hace hincapié en que esto es para los más grandes como para adolescentes a partir de los 16 años.

Por el contrario, Padilla es enfática en mencionar que «la tarjeta de crédito definitivamente no es recomendable», debido a que ese dinero disponible no es propio del joven, por lo que llama a que los padres hablen «respecto del significado de consumir con crédito, como también de los riesgos y consecuencias que implica caer en morosidad».

Los principales conceptos a enseñar

¿Y cuáles debiesen ser los principales conceptos que debiésemos enseñarles en cuanto a educación financiera? La docente de la USS apunta al ahorro, la responsabilidad en el consumo y el valor del dinero, como los principales.

Un problema que se puede presentar es que los propios padres sean los consumistas y que presenten problemas financieros por ello. En este caso, Paola insiste en que «una de las mejores formas de aprender es a través del ejemplo», de manera que recalca que lo necesario es practicar los conceptos que le enseñemos a los hijos, como el «motivar al niño a guardar parte de su ingreso para poder comprarse algo más caro o que desee en el futuro. Por ejemplo, si quiere ir a un concierto, se puede llegar al acuerdo de que ahorre cierta cantidad de dinero y que los padres abonarán el resto», explica.

Finalmente la especialista da cinco tips para tomar en cuenta:

Establecer reglas claras respecto a monto y periodicidad de la entrega del dinero
No dar dinero extra si el niño o adolescente gasta la mesada antes de tiempo
Dejar en claro el tipo de uso que debe darle al dinero, qué cosas deberían estar incluidas en ese concepto
Fomentar el ahorro para adquirir cosas de mayor valor
Mantener control respecto al uso de la mesada, verificar que no estamos dando mucho o muy poco dinero a un adolescente de las características de nuestro hijo.