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En Argentina están impulsando el uso de perros pastores para cuidar al ganado de los depredadores. El Pastor de Maremma es una de las razas más usadas para este fin, por tener un carácter dócil y fácil de manejar. Los pastores también se caracterizan por su inteligencia y gran capacidad de proteger al ganado.
Existen varias razas de perros pastores guardianes de ganado. Son muy usados en la Patagonia, región donde los depredadores acaban con una gran cantidad de ganado. El puma, el gato montés, el zorro colorado y los perros salvajes están al acecho de animales desprotegidos.
Los perros pastores son necesarios
Las extensiones de terreno pueden ser muy grandes en Argentina, lo que imposibilita la labor de los productores de cuidar su ganado. Las vacas y ovejas que no son protegidos debidamente se convierten en presas a merced de los devoradores.
En el sur de Buenos Aires ha proliferado la población de pumas, lo que obliga a los ganaderos a usar a los perros pastores a modo de defensa. La pérdida de ganado es un duro golpe para los productores, que no pueden darse del lujo de seguir viendo cómo es afectado su sustento de vida.
¿Cómo son los perros pastores?
Los perros pastores se involucran totalmente dentro del rebaño, conviviendo con las ovejas y vacas. Son mansos con los cuidadores, pero no suelen tener contacto con otras personas.
La persona que maneja a la manada debe alimentar a los perros una vez a la semana, ya que los canes tienen la capacidad de autoabastecerse.
Los perros tienen la capacidad de recorrer las largas extensiones de terreno por donde se moviliza el ganado. Se distribuyen los cuadros de terreno marcando los espacios, así otros perros pastores saben que ese territorio no les pertenece. Recorren el campo de día y de noche, a veces junto al ganado y en otras ocasiones en solitario.
¿Cómo protegen al ganado?
Cuando el perro percibe la amenaza de un depredador, se ubica al frente del ganado y ladra con agresividad. Los lobos y los zorros suelen huir apenas se percatan de la presencia del perro pastor. No están dispuestos a arriesgar su vida por obtener alimento.
El animal suele ganarse la confianza del rebaño con el paso del tiempo. De hecho, puede curar a las ovejas atacadas, siempre que éstas lo permitan. Se podría decir que el ganado y el perro pastor logran forjar un estrecho vínculo, y el can no permite que el ganado sea atacado fácilmente.
“El problema que teníamos en el sur con los pumas era muy grande”, asegura Alexis Galimberti, productor de ovejas en Buenos Aires, a Infocampo. “Un vecino tenía un Pastor de Maremma y nos comentó lo eficientes que eran. Fuimos hasta un criadero en Chile y cuando los vi trabajando me di cuenta a lo que se refería mi vecino. Son perros increíbles, muy obedientes y desde que los tengo mis problemas con los pumas desaparecieron”, mencionó el productor.
Galimberti describió el entrenamiento del perro pastor: “desde que nacen están con las ovejas en un mismo lugar. Tiene que ser un sitio amplio para que las ovejas no interfieran en la crianza de los cachorros. Además, la perra se puede poner más arisca y puede lastimar a las ovejas si considera que molestan. Por eso, tienen que estar apartadas”.
Los cachorros se destetan a los 60 días para ser ubicados en corrales individuales. De esta manera, evitan que el ganado pueda molestar a los pequeños perros.
“Cuentan con ese lugar para refugiarse, sin que las ovejas tengan acceso, y además se les proporciona la comida en ese lugar para que las ovejas no les roben el alimento. Desde los 60 días a los 120 días, aproximadamente, después de ver ciertas actitudes en el perro, se avanza. Todo el entrenamiento se realiza siempre con las mismas ovejas, para generar confianza en ambas partes y aceptación del perro en el rebaño”, acotó Galimberti.
Cuando el cachorro tiene tres meses de vida, y ha sido separado de sus hermanos, comienzan a trabajar a campo abierto. En este punto, el vínculo con el ganado es muy cercano. Los perros pastores son una excelente alternativa para proteger al ganado de los depredadores que abundan en el campo.
