Agredieron al personal del Hospital Fernández para que le dieran drogas

El agresor «es una de las personas que vive alrededor del hospital y pernocta acá, presuntamente un adicto que quiso ingresar al quirófano» donde hay drogas e insumos, dijo a Télam la directiva. En ese momento había personal de limpieza que baldeaba el lugar y no lo dejó entrar, por lo que el hombre «montó en cólera, insultó, luchó con un médico cuerpo a cuerpo y momentáneamente se fue; arrancó un palo de metal de una pala con la que se recoge la basura e intentó golpear a personal médico», narró Martín. «Particularmente intentó agredir a una médica y a una enfermera, quienes logran correr a otra habitación; pero con un brazo el agresor impidió que cierren una puerta y con el palo rompió el ojo de buey de esa puerta», añadió. El vidrio roto produjo una herida superficial en una de sus manos de la doctora y la situación no pasó a mayores porque la mujer atinó a agachar la cabeza, y personal policial de la comisaría 53° que estaba en el Fernández por un paciente psiquiátrico logró neutralizar al agresor. La doctora, Jimena, contó a la prensa que el hecho ocurrió durante el pase de guardia de la mañana: «empezó a agredirnos, y ante la agresión de esa persona a mi colega, pedimos ayuda para que se retirara» a dos policías presentes. El hombre «agarró un caño» que servía de mango a un instrumento de limpieza, «lo golpeó contra una pared, empezó a golpear las ambulancias, el vidrio del personal que está como operador», e ingresó nuevamente al hospital corriendo y amenazando al personal de salud, relató la médica. «Empezamos a avisar a nuestros compañeros que corrieran y se protegieran, se metió en un pasillo de la guardia (y) yo logré trabar con mi pierna la puerta», y saltaron vidrios por todos lados. La médica indicó que «esto es cotidiano, habitual; hoy llegó a un extremo y temimos por nuestra integridad física: fue escapar como en una selva, corriendo por un pasillo. Estamos desprotegidos y vulnerables a las agresiones, muchas veces verbales, muchas veces físicas». «Nosotros trabajamos para cuidar a la gente, para sanarla, y esto está afuera de lo que uno pensó de la profesión: está alterado el acto médico, que tiene que darse en un contexto de tranquilidad para escuchar al paciente y pensar lo que va a hacer», describió. «Yo vengo a hacer mi trabajo, pretendo trabajar en un contexto de seguridad mínima y eso no depende de mí», concluyó Jimena. La subidirectora del centro de salud y un abogado de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires acudieron a la comisaría a realizar la denuncia.