Peso Federal. La nueva moneda K ?

Peso Federal. La nueva moneda K ?

Frente a los rumores de todo tipo que estan circulando por distintos medios y sobre todo en la citi porteña queremos ofrecer esta compilación de datos obtenidos en los ultimos días:

Ayer anticipamos que el dólar mostraría una reversión de su precio cuando tocara los $ 7,50. En efecto, anteayer tocó 7,52 y subió a 7,59 y ayer subió a 7,70 porque el BCRA se retiró de vender dólares en el mercado paralelo para evitar que éste se lo llevara puesto en 15 días. Así las cosas, en el gobierno se manejan dos cursos de acción. El primero está en marcha con el congelamiento de precios y paritarias del 20% y devaluación del 25% anunciada por el Ministro de Agricultura Norberto Yahuar a un grupo de empresarios pesqueros a los cuales les dijo que en abril el dólar oficial estará a 6 pesos. Éste es el plan denominado 20/20. Tiene el inconveniente de que es muy difícil que la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli acepten paritarias con tope del 20% cuando reclaman un 30%. Mientras tanto, el blue no tendrá techo; con la emisión está llegando al 40% anual y un déficit fiscal del 4% del PBI, o sea, 100.000 millones de pesos en el 2012. Déficit que para este año pinta para 150.000 millones de pesos.

El gobierno está entonces por la ampliación de la brecha cambiaria del 60%, que promete bajo o, en el peor de los casos, nulo crecimiento. Es decir, se crece al 1%, al 0% o directamente se entra en recesión con una inflación del 30%.

Plan B: La creacion del Peso Federal

Pero también está en estudio el Plan Federal en el Banco Central. Trabajan en el mismo ocho técnicos dirigidos por el vicepresidente primero de la entidad, Miguel Ángel Pesce, que es un técnico radical que llegó al gobierno nacional con Julio Cobos. Cuando el vicepresidente entró en crisis con el kirchnerismo, Pesce continuó en sus funciones y luego discrepó con Martín Redrado cuando éste se negó a que se usaran las reservas para los pagos de la deuda externa en enero del 2010, lo que determinó su alejamiento del cargo. Pesce consultó a Roberto Frenkel, autor intelectual del Plan Austral aplicado por Raúl Alfonsín en 1985, y así es que ahora el gobierno estudia una idea parecida, que es la creación de una nueva moneda que se llamaría el Federal. Un Federal sería igual a 0,85 centavos de dólar, con un plan de desagio que beneficiaría a todos los deudores y traería ingresos frescos al fisco. Estimando la cosecha en unos 50 millones de toneladas de soja o un poco menos, se recaudarían 25.000 millones de pesos de retenciones. Pero con el dólar a 8,50 pesos, casi se doblaría la recaudación por retenciones. Además, volvería el turismo extranjero hacia nuestro país y se terminaría de hecho el turismo argentino al exterior, aumentando notablemente la competitividad de la industria nacional, lo que a su vez permitiría mayores aumentos salariales. Obviamente, de este modo se intentaría frenar la inflación. El Plan Federal tiene serias objeciones técnicas. Pero, sin esta alternativa, el gobierno podría llegar al final del callejón sin salida.

FUENTE :
http://site.informadorpublico.com/?p=25752

La historia de las monedas argentinas

Estados Unidos adoptó el dólar como moneda oficial en 1792 (hace 221 años).

Los más jóvenes podrían pensar que en la Argentina sucedió algo similar con el Peso. Pero, quienes ya tienen unos cuantos años, saben que el país ha cambiado de moneda en varias oportunidades, dejando cantidades significativas de ceros en el camino: un total de 13.

A continuación, la lista de las distintas monedas que se fueron sucediendo en nuestro país:

monedas

 

 

 

 

 

 

 

 

La tabla de estudio es la consecuencia de los espirales inflacionarios que se han producido en nuestro país, con la hiperinflación de los ’80 como principal exponente.

Pero a estas modificaciones hay que agregarles un intento fallido: A fines de 2001, David Expósito, economista y periodista, llegó a la presidencia del Banco Nación luego de ofrecerle al presidente Rodríguez Saá un plan para emitir una tercera moneda: el Argentino.

Esta nueva moneda flotaría contra el peso y contra el dólar. El nuevo sistema monetario, con tres monedas en circulación, hubiera sido similar a los que aplicaban países como Cuba y China.

Pero la idea fracasó, y Expósito dejó de ser el presidente del Banco Nación, apenas 48 horas después de haber asumido, luego de hacer declaraciones a la prensa en las que daba a entender que la nueva moneda ya nacería devaluada

Razones y potenciales escenarios del nuevo Peso Federal

¿Qué es lo que diferencia a una moneda de las demás mercaderías de una economía?

Una moneda tiene ciertas funciones y propiedades que ningún otro bien puede tener:

  • Unidad de cuenta. Es la función inicial, de la cual derivan las otras, que permite representar a las distintas mercaderías por un único elemento.
  • Medio de pago. Es la función diferenciadora de la moneda, que permite que las obligaciones entre dos partes sean canceladas en forma exacta, sin que quede ninguna deuda. Dado que los saldos entre operaciones de débito/crédito no siempre son de suma cero, la moneda permite eliminar esos saldos.
  • Medio de cambio. Sirve como intermediario para evitar los intercambios directos de unas mercaderías por otras mercaderías.
  • Reserva de valor. Permite mantener el poder de compra a lo largo del tiempo.

De estas cuatro atribuciones, la última mencionada (reserva de valor) es una de las más importantes y es, justamente, la asignatura pendiente que el Peso Convertible tiene en la actualidad: la sensación de que los pesos se derriten en la mano del que los cobra es producto del aumento de precios en el orden del 25% anual que venimos soportando los argentinos desde hace ya varios años, lo cuál produce la necesidad de gastar los billetes antes de que pierdan poder adquisitivo.

¿Cuáles son las ventajas que el Gobierno podría llegar a atribuir al nacimiento de la nueva moneda? Arriesgando un poco, podríamos plantear las siguientes cinco:

1) Significaría un reconocimiento implícito por parte del Gobierno de que la inflación es un problema real y que se buscará combatirla. Esta medida podría venir acompañada de un control de precios más fuerte basado en los valores que surjan a partir del canje de Pesos Convertibles por Pesos Federales (1 a 10 sería quizá una buena medida, con lo cual 100 Pesos «de ahora» pasarían a ser 10 Pesos «nuevos»).

2) Podría solucionar el problema del traslado del físico. Actualmente, para aquel que prefiere pagar en efectivo en vez de con tarjeta, el dinero que tiene que llevar encima para hacer la compra mensual en el supermercado ya es molesto… ni hablar cuando se es comprador de un automóvil o de un inmueble (directamente hay que ir con un camión transportador de caudales).

3) Podría solucionar el tema del deterioro y la suciedad de los billetes actuales de 2, 5, 10 y sobre todo 50 pesos, que de tanto cambiar de manos se encuentran sumamente deteriorados.

4) Permitiría dejar atrás de una vez por todas la convertibilidad y haría que la devaluación de mercado que se está llevando a cabo no parezca tan «sangrienta», ya que el dólar oficial pasaría a valer (siguiendo el supuesto del punto 1) 50 centavos de Peso Federal; mientras que el blue valdría 80 centavos. De esta manera, el objetivo del paralelo podría ser llegar a 1 Peso Federal (10 pesos actuales) en algún momento posterior al cambio de moneda.

5) Podría restaurar la confianza en la moneda local, tan vapuleada luego de años soportando inflación de dos dígitos, aunque sea de manera momentánea.

Conclusión

Suponiendo que el nuevo Peso Federal perdiese un cero con respecto al actual Peso, el tipo de cambio se ubicara en torno a 0,80 P$F/U$S. Notable coincidencia con el tipo de cambio inicial del Plan Austral.

Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de U$S 42.830 millones. Con el tipo de cambio mencionado, tendríamos que un circulante de billetes y monedas de alrededor de P$F 53.500 millones, quedaría inicialmente respaldado por reservas. Si se sostuviera ese respaldo con reservas en el tiempo, la demanda de dólar como reserva de valor podría deprimirse sustancialmente.

Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían estar presentes: la apertura del cepo cambiario (no puede haber confianza en la nueva moneda si continúan las restricciones) y el acompañamiento de una batería de medidas anti-inflacionarias concretas.

El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.

Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un «un cambio artificial» que tiene un efecto más psicológico que económico.

Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar políticas de largo plazo para tener alguna chance de éxito y no caer en viejos errores del pasado reciente

Fuente: Lanacion.com.ar

¿”El Federal”? Cobos habla de nueva moneda. Lavagna de desdoblamiento del dólar y profundización de la crisis.

El silencio oficial ante las expresiones de hace una semana de Cobos y de ayer de Lavagna, no hacen más que alimentar los temores de algunas medidas que; en su falta de discusión, generan más incertidumbre en mercados cada día más susceptibles a reaccionar entre el pánico y el no invertir en nada. Es como si todos prefirieran esperar que algo suceda antes que afectar sus ahorros o, más aún, asumir riesgos.

Lo cierto es que pareciera que la distancia y la dirección entre el llamado… “el relato”… y, la realidad, está tomando dirección de choque. Ya pocos, o nadie, se preguntan si las medidas llegarán. Lo que se preguntan es si las medidas las tomarán antes de las elecciones o después.

Al respecto, hay quienes piensan que es mejor tomarlas YA, asumir el costo inicial de descontrol, gran efecto inflacionario y tratar luego de mostrar que el gesto de valentía debe ser premiado electoralmente.

Otros –siempre dentro del kirchnerismo- creen que sería un suicidio político porque los efectos iniciales serían tremendos y podría no haber tiempo para cosechar las ventajas. Motivo por el cual y ya con el resultado legislativo en mano, dicen que las medidas hay que tomarlas sin el apriete electoral, para luego, al –supuestamente- cosechar las ventajas productivas de la devaluación, intentar alguna forma de sostenimiento en el poder.

Roberto Lavagna, que fuera el iniciador del proceso económico de crecimiento desde Duhalde hasta los primeros años de Néstor Kirchner, percibe claramente esta situación y habla del “rodrigazo” y del costo que pagan las provincias y los trabajadores por los “desaguisados del Gobierno».

«No existe un programa económico y social coherente. Hoy hay un déficit presupuestario importante, hay pérdida de competitividad, caída de inversión, no hay creación de empleo en el sector privado, de modo tal que estructuralmente hay un deterioro. Esto es como un tobogán», afirmó Lavagna en declaraciones a Radio Mitre.

«Si usted mira las cifras de 2005, había un superávit fiscal récord, superávit comercial y una tasa de inversión alta. Hubo dos etapas: una Duhalde-Lavagna-Kirchner y otra que empieza en 2007, que al principio no se advierte porque había un margen de maniobra muy grande, como sucede con los ahorros de una familia si se los gasta», explicó el ex ministro.

«El Gobierno le acaba de subir los impuestos al trabajador. En enero la situación (por Ganancias) es mejor que en diciembre, pero cuando se den los ajustes de salario, muchos trabajadores van a quedar en una situación peor. El Gobierno sigue aumentando la presión tributaria, incluso sobre los sectores de menores ingresos», afirmó Lavagna.

«Lo primero que hay que hacer es aceptar la realidad. Lamentablemente, el Gobierno no acepta la realidad, no acepta que existe inseguridad, inflación, jóvenes que no estudian ni trabajan, entonces no lo puede cambiar. Han pasado muchos ministros de Economía desde 2007, la responsabilidad está en la jefatura del Estado», señaló el ex titular del Palacio de Hacienda.

«Todo gobernador tiene la obligación de reclamar por la coparticipación y Buenos Aires tiene una responsabilidad especial, porque ha cedido una parte importante. Recibe 8 puntos menos de lo que debería recibir por su participación el producto bruto. Así lo han hecho Scioli y De la Sota. Hoy las provincias y los trabajadores están pagando los desaguisados del gobierno nacional», cerró Lavagna.

Mientras tanto, Cobos habla de una nueva moneda y un periodista próximo a su proyecto, Humberto Bonanata, responsable de la agencia de noticias NOTIAR, habla de un Plan de Ajuste que tendría en su desarrollo las siguientes medidas:

1.-Nacería el “peso federal” o “federal” a secas en lugar del actual peso.

2.-La devaluación de la moneda oficial alcanzaría al 100% ubicando la cotización del dólar a nuevas 10 unidades monetarias. Esto permitiría “limpiar” la emisión indiscriminada de pesos, sobresellar los actuales y emitir billetes con nuevas denominaciones y “nuevas caras”.

3.-Se generaría un colchón suficiente entre las reservas sobre la base monetaria para absorber a quienes decidan desprenderse de la divisa reserva de valor –dólar- y lograr en menos de 60 días un cambio flotante de 8 pesos.

4.-Se establecería un mercado cambiario de “flotación sucia” –manejado por el Banco Central- y se liberaría el acceso a las monedas extranjeras.

5.-se cerrarían las paritarias salariales a un 25% de aumento de sueldos para trabajadores y jubilados por única vez.

6.-Se establecerían precios sugeridos, en acuerdo con las grandes cadenas supermercadistas, -incluídas las de los supermercados chinos- para evitar que la espiral inflacionaria sólo pueda ser alcanzada con el acaparamiento de mercaderías no perecederas y el desabastecimiento sea la luz que se acerca para aplastarlos al final del túnel.

7.-Se fijaría un “desagio” similar al Plan Austral del 14 de junio de 1985 creado por el ministro Juan Vital Sourrouille para los créditos bancarios, sean ellos personales, hipotecarios o prendarios y así fijar tasas de referencia.

Con este conjunto de medidas desde el gobierno esperan sofocar el “cristinazo inflacionario” que los sepultaría tanto en las primarias legislativas de agosto como en las nacionales de octubre, que podrían ser adelantadas en dos meses, al igual que las del mes de San Cayetano.

La gran duda es si las medidas las tomarían en el corto plazo, esperando el rebote positivo para antes de las elecciones, o las tomarán después por temor al efecto inmediato de una sociedad confundida y enojada por no saber como comportarse frente a cambios tan grandes producto de la falta de medidas durante los últimos 3 años.

Porque en esto hay que ser realistas. La actual y difícil situación es producto de dos variables. La primera, la inacción y negación de la realidad y, luego, el choque entre “el relato” y la realidad. Así; todos los funcionarios y seguidores del kirchnerismo quedarán expuestos en sus propias falsedades, pero, al mismo tiempo podrán siquiera intentar reconstruir su capital político intentando la continuidad de la Presidente

fuente > http://pdeqdigital.com

Así y todo, parece difícil por el momento que el gobierno ponga en práctica esta medida, por lo menos en lo que queda del actual mandato: las críticas que recibiría por parte de la oposición basadas en la inflación (que, ahora sí, no podría negar) serían despiadadas y podrían hacerle perder muchos votos de cara a la potencial re-re-elección, que parece cada vez más cercana.
Además, con el escándalo de Ciccone todavía latente, habría que ver si están dadas las condiciones técnicas para la emisión de las cantidades importantes de nueva moneda que haría falta, teniendo en cuenta los altos costos involucrados.

VER TODAS LAS MONEDAS ARGENTINAS POR CICLOS

QUE FUE EL RODRIGAZO? SUS CAUSAS Y CONSECUENCIAS

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