Mientras los líderes mundiales no dejan de alabar al nuevo Papa, referentes del oficialismo mostraron su disconformidad con la elección del cardenal argentino como líder de la Iglesia
En las últimas horas algunos dirigentes kirchneristas no disimularon su enojo ante la designación de Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice. «Fransisco I (sic) es a América Latina lo que Juan Pablo II fue a la Unión Soviética. El nuevo intento del imperio por destruir la unidad suramericana», escribió en su cuenta el piquetero Luis D’Elía.
Por su parte la periodista Cynthia García, del canal gubernamental, sentenció: «¿Cuánto tiempo tardará la Iglesia Católica en pedir perdón por haber elegido a Bergoglio Papa? Como mínimo, durante la dictadura fue cómplice».
La novia del vicepresidente de la República, Agustina Kämpfer, arremetió también contra el nuevo Papa: «¡Ay! No, no me pone contenta. No me llena de orgullo. No».
También mostró su enojo por la designación de Francisco I la decana de la facultad de Periodismo de La Plata, Florencia Saintout: «Un papa de derecha no podrá con el avance nuestroamericano».
«Bergoglio Papa, ojalá me equivoque, pero no me gusta», escribió Carlos Raimundi, diputado nacional por el gobierno.
Esta mañana el diario oficialista Página/12 continuó en la misma prédica, acusando a Su Santidad, entre otras cosas, de «haber mantenido una relación conflictiva con los gobiernos kirchneristas».