La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó a las 12.21 a la basílica de Luján para participar del tradicional Tedeum, con motivo del 203 aniversario de la Revolución de Mayo. Estuvo acompañada en su visita por el arzobispo Agustín Radrizzani y el párroco rector de la basílica Daniel Blanchou. Descubrió el marco que guarda una de las siete banderas que flamearon en Malvinas en 1966, en el marco del operativo Cóndor, cuando un grupo de jóvenes militantes desvió un avión de Aerolíneas Argentinas y aterrizó en las islas. Una de las banderas, entregadas a Cristina por una de las integrantes del grupo, María Cristina Verrier, se encuentra junto a los restos del ex presidente Néstor Kirchner en el mausoleo de Río Gallegos; y otra ya fue llevada por la mandataria al santuario de la Virgen de Itatí en Corrientes. Previamente, había salido de la basílica para saludar a los obreros que trabajan en la refacción del templo. Durante la homilía del solemne Tedeum, el arzobispo de la diócesis de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, afirmó que «es mucho lo que se viene haciendo, pero falta». Asimismo, sostuvo que sueña «con una Patria más equilibrada socialmente, en donde quienes tienen compartan y no sólo acumulen». En su homilía agradeció al ex presidente Néstor Kirchner y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner su apoyo en la refacción de la Basílica de Luján. «Deseo agradecer en la persona de nuestra Presidenta al Estado nacional que destino aportes importantes para hacer realidad el compromiso asumido en su primer decreto por el entonces presidente Néstor Kichner. Sin esta asistencia no hubieran sido posibles muchas de la refacciones», dijo Radrizzani en su homilía. De esta manera, la mandataria vuelve a participar de la celebración de acción de gracias a Dios por una nueva fiesta patria ante la Virgen de Luján, patrona de la Argentina, tal como lo hizo en 2010, en el marco de los históricos festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Con motivo del 203º aniversario de la Revolución de Mayo será llevada a la basílica de Luján una de las siete banderas que flamearon en Malvinas en 1966, en el marco del operativo Cóndor, cuando un grupo de jóvenes militantes desvió un avión de Aerolíneas Argentinas y aterrizó en las islas; y que le fueron entregadas «en custodia» por una de las integrantes del grupo, María Cristina Verrier. Una de ellas se encuentra junto a los restos del ex Presidente Néstor Kirchner en el mausoleo de Río Gallegos; y otra ya había sido llevada por la mandataria al santuario de la Virgen de Itatí, en Corrientes. También será llevado a Luján un pesebre obsequiado al Gobierno el año pasado por el actual papa emérito Benedicto XVI, el gobierno de la ciudad del Vaticano y la Fundación Juan Pablo II, que fue expuesto en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno; se trata de una réplica de la obra del artesano italiano Francesco Artese, que reproduce a escala el pueblo de Matera, declarado Patrimonio de la Humanidad. La decisión de celebrar el tedeum de este año en Luján fue comunicada por la Mandataria al nuevo arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, en un encuentro que mantuvieron semanas atrás, luego de que el sucesor de Jorge Bergoglio manifestara su deseo de que la Presidenta volviera a asistir a la catedral metropolitana. Es que el tedeum -que proviene del latín Te Deum y significa «A ti Dios»- fue históricamente realizado en la catedral de Buenos Aires, desde el 25 de mayo de 1810 cuando la Primera Junta se dirigió hacia allí para realizar la primera acción de gracias de la historia nacional. En 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner decidió trasladar la celebración religiosa a distintas ciudades del interior del país, decisión que fue continuada por Cristina durante su gestión. Así, en los últimos años, el tedeum fue celebrado en las ciudades de Bariloche, Resistencia, Tucumán, Salta, Mendoza y Santiago del Estero.
Cristina participó en la basílica de Luján del Tedeum por la celebración del 203 aniversario de la Revolución de Mayo
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