Investigan las circunstancias en que el custodio baleó y mató a su compañero

Ambos eran empleados de la empresa FPI Seguridad y habían cargado gas en el auto Chevrolet Corsa de la empresa con el que iban a viajar juntos a la provincia de Río Negro para hacer la custodia de un camión que debía venir a Buenos Aires con mercadería. Los investigadores no tienen dudas de que Franco fue el autor del homicidio, ya que fue reducido y detenido cuando luego de dispararle a su compañero quedó encerrado en el auto apuntándose a sí mismo con su revólver calibre .38, pero ahora intentaban establecer en qué circunstancias efectuó el disparo. Las fuentes informaron anoche que empleados de la estación de servicio de avenida Beiró y colectora de General Paz habían afirmado que entre los dos hombres se inició una discusión cuando el imputado vio en el celular de la víctima un mensaje de una mujer, pero estos testimonios hasta este mediodía no habían sido judicializados, confirmaron voceros de la investigación. Otra hipótesis -analizada a partir de los pocos dichos del propio imputado cuando fue detenido-, era que Franco sea diabético y que disparó sin estar consciente al sufrir un shock. La tercera posibilidad es que se haya tratado de un disparo accidental cuando el acusado manipulaba el arma de fuego. Ahora se espera que Franco declare en Tribunales ante el juez para ver qué justificación le da al disparo que salió del revólver .38 marca Jaguar que él portaba, pertenece a la empresa de seguridad y quedó secuestrado en la causa. En el lugar, peritos de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía Federal le tomaron muestras en las manos para detectar presencia de pólvora mediante Microscopio Electrónico de Barrido (MEB) y confirmar si en forma reciente efectuó disparos de arma de fuego. Además se secuestraron al menos cuatro teléfonos celulares que serán analizados por peritos informáticos. En la comisaría 44, que interviene en la causa por jurisdicción, fueron atendidos por el gabinete psicológico de la Policía Federal algunos familiares de la víctima, entre ellos, la esposa de Bobadilla, que es una oficial de la Policía Metropolitana y se encuentra de licencia por embarazo.