La institución es considerada modelo en el país en el Parto Respetado, una modalidad que rompe con las prácticas tradicionales y que produce en los profesionales un profundo cambio en su forma de trabajar y de involucrarse con el nacimiento. Un modelo de parto respetado en el país Vincenti contó a Télam que «haber podido transitar todo este proceso en la maternidad hizo que yo tenga que desaprender un montón de prácticas y de conductas que venía haciendo en otro hospital y en privados, para poder ofrecer este tipo de nacimiento y de acompañamiento». «Todavía sigo llorando en los nacimientos, con toda esa energía que se moviliza durante el nacimiento, en la expulsión», enfatizó. A la vez, destacó que «estas mujeres sienten que la experiencia de haber pasado por esta maternidad es distinta, que las marca de otra forma, a ellas, a sus bebés, a las familias». Las embarazadas atraviesan el trabajo de parto deambulando y utilizando distintos recursos en las UTPR (Unidad de Trabajo de Parto Respetado), que son las habitaciones donde se producen los nacimientos con el acompañamiento fundamentalmente de la obstétrica. La obstétrica, conocida como la partera, es según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el personal idóneo para atender los partos normales, los de bajo riesgo. Las UTPR son ambientadas como si fuera la casa, en un clima favorecedor para el trabajo de parto, con luz baja, en un lugar cómodo y silencioso, y «donde puedan ir buscando esa posición más ideal para empoderarse, para poder empujar, para poder sentir y que se produzca el nacimiento donde ellas necesitan por su comodidad», dijo Vincenti. Añadió que «no están monitorizadas todo el tiempo, están libres, pueden atravesar este proceso caminando, en cuclillas, agarrándose de la tela, en la ducha, en la esfera grande para que puedan relajarse, y teniendo en cuenta que el movimiento es de la pelvis, que hace que el bebé se vaya acomodando». Lo contrastó con las formas tradicionales donde «la mujer está horizontal por la comodidad del profesional, en un lugar donde es difícil empujar, donde es difícil ser parte de ese nacimiento». Luego, una vez que nace «ponemos al bebé en el pecho de la mujer, y fortalecemos y estimulamos el contacto piel a piel, y así, en esta primera hora de la lactancia que es de oro, necesitamos que el bebé esté prendido, porque se trasmite el vínculo entre ambos a través de la lactancia». Precisó que el bebé está conectado al cordón umbilical entre 1 y 3 minutos «y le damos la posibilidad al papá que si quiere participar pueda cortar el cordón y pueda recibir a su bebé, eso siempre en el contexto de ese día y si los vemos involucrados y quieren estar presentes en ese momento». La obstétrica expresó que el hecho de que se haya reglamentado la ley para la familia «es muy importante, porque la pareja pueda estar acá y pueda saber el rol que cumple acompañando a esa mujer, conteniéndola, motivándola y dándole fuerza para poder atravesar este proceso».
«La experiencia de pasar por la maternidad Carlotto marca a mamás y bebés»
Que opinas? Deja tu comentario