La última amenaza del asesino de Tolosa: «Voy a matar a tu hijo, prepará las flores»

Es un mensaje que Juan Cruz Chirino le mandó al padre del chico que apuñaló el martes, días antes del brutal crimen.

«Nos llevábamos mal y yo había decidido cortar. Pero él insistía y decía que iba a cambiar». La frase de Soledad Marcos (31), madre de Ciro, el nene asesinado por su padrastro en Tolosa, resume el tramo final de cinco años de una relación violenta, en la que el asesino incluso había amenazó al padre del chico que terminó asesinando. «Voy a matar a tu hijo, prepará las flores», lo amenazó en un mensaje. La mujer quería cerrar esta etapa y el lunes pasado le dijo a su pareja, Juan Cruz Chirino (27) que prefería no seguir con ese vínculo desgastado. Que debían tomar distancia. «No se lo dije muy directo porque se ponía violento», reconoció Soledad en una declaración ante la policía que fue incorporada al expediente judicial. La prevención de Marcos no fue suficiente. El asesino sospechó que el alejamiento podría ser definitivo y no lo puso soportar. Y desencadenó el horror: baleó a su compañera; apuñaló al nene mientras dormía en su habitación; se resistió casi nueve horas atrincherado en una habitación de la casa de 116 entre 529 y 539 y después se suicidó. Ocurrió el martes después de las 6. Esa noche la habían pasado juntos. Marcos se levantó, se dio una ducha y se preparaba para viajar a Buenos Aires, donde trabajaba. Mientras se secaba el pelo en el antebaño vio una sombra que se acercaba y cuando giró el rostro sintió un destello que le quemó la cara. Chirino le había disparado sin decir una palabra. La mamá de Ciro quedó tendida dentro del sanitario y trabó la puerta con su cuerpo mientras veía cómo corría sangre por el rostro. Entonces sí escucho una frase que la dejó aún más conmovida: «Hija de p…. Te maté a tu hijo. Ahora me las vas a pagar», le gritó del otro lado Chirino. Soledad comenzó a gritar desesperada. Logró hacer unas llamadas con el celular: habló con el padre de la víctima, Abel Peñalba y con algunos familiares. En la cocina estaba su madre, quien llamó al 911 y activó la alarma vecinal. Los tres hijos menores de la pareja se despertaron por los ruidos y espantados fueron hasta el baño. «Mamá: ¿Estás muerta?», preguntó uno de ellos. Fueron segundos de locura y desesperación. Todos alcanzaron a escapar de ese infierno que se encendió en la casa de Tolosa. La abuela con los nenes, se refugiaron en el living de una vecina y a Soledad la subieron en una ambulancia para trasladarla al hospital San Martín. El final es conocido: Chirino aguantó hasta media tarde y se disparó cuando entraron los policías del Grupo Halcón. Ciro fue asesinado y los peritos determinaron que su muerte llegó luego de 16 puñaladas. Soledad consiguió el alta y pudo despedirse de su hijo mayor en la ceremonia funeraria. Luego, describió en la testimonial ante la policía, detalles de los lazos tortuosos que la unieron a Chirino. «Juan Cruz tenía celos de Ciro, porque era hijo de otro hombre. También me controlaba todo el tiempo. Teníamos muchos problemas en la pareja», contó. Esas dificultades se acentuaban por el desempleo de Chirino y por su adicción al juego. No trabajaba y cuando conseguía un puesto lo perdía «por irresponsable». También hubo problemas con la Justicia: estuvo preso por hurto el año pasado. Pero había algo más gravoso. «El era violento hacia mi persona y por eso presenté dos denuncias (en 2015 y 2017) por violencia de género, pero nunca las continué porque él me prometía que iba a cambiar». Marcos y Chirino no convivían. En los últimos meses ella le pidió cortar el vínculo y entonces el hombre pasaba los días con sus padres. Pero «cada tanto aparecía en mi casa y me insistía en que quería que volviéramos. Se hacía el buenito y se quedaba a dormir». Chirino no sólo hostigaba a Soledad, Ciro y su familia. También buscaba azotar a Peñalba, el padre del nene. Según surge de la declaración hace unos días usó el celular de Marcos para escribirle a su ex pareja: «Voy a matar a tu hijo. Sabelo para mandarle flores». Sin dudas, lastimar a Ciro era un plan perverso de Chirino para torturar a Soledad.