Un miliciano del Estado Islámico mató a 50 personas en el centro de Irak

Imágenes tras el atentado. El atacante estrelló un camión lleno de explosivos contra un puesto de control manejado por la Policía y el Ejército justo en la entrada de la ciudad, alcanzando no sólo a los miembros de las fuerzas de seguridad presentes, sino también a los civiles que pasaban por allí. A través de la agencia de noticias local Amaq, el EI se adjudicó la autoría de «la operación de martirio (suicida) con un camión bomba causó decenas de muertos y heridos». Mientras esta milicia islamista radical controla desde 2014 grandes porciones del norte y el oeste del territorio -inclusive dice haber fundado un «califato» allí-, también ha demostrado tener capacidad de operar, a través de atentados suicidas, principalmente, en otras zonas del país que están bajo control del gobierno central. Hace menos de una semana dos de sus milicianos se inmolaron frente a la sede de las Fuerzas Armadas en la zona de Hadiza, en la provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad. Al menos 40 militares, entre ellos un general, fallecieron en el ataque. Días antes, el EI dio dos golpes similares en el noreste del país y en las afueras de Bagdad. Al menos 90 personas murieron. El gobierno nacional parece incapaz de frenar estos atentados suicidas. Por ahora, su estrategia es atacar al EI en sus bastiones en el norte y oeste del país. El Ejército bombardeó hoy las posiciones del EI en la zona de Al Qayara, 50 kilómetros al sur de la ciudad norteña de Mosul, y mató al menos a 17 milicianos islamistas, según informó el general Nayem al Yaburi, el encargado de la ofensiva en la provincia de Nínive.