La utilización de este tipo de productos puede ayudar a las personas a combatir y limitar algunos de los problemas oculares más frecuentes.

Los nuevos hábitos de vida están influyendo de una forma directa en el bienestar de las personas. Aunque no nos demos cuenta, muchas de las tareas habituales inciden y tienen un impacto en nuestro cuerpo. Entre estos hábitos, el uso de pantallas de ordenador, televisión y dispositivos móviles está incidiendo directamente en nuestros ojos, generando un impacto negativo en forma de molestias, ojos rojos u ojos secos.

Este tema no es algo baladí. Cada vez hay más personas que acuden a un profesional por daños o molestias en sus ojos. Para minimizar este tipo de perjuicios y mejorar la calidad de vida de las personas, existen diferentes soluciones que pueden evitar la visita al médico en los casos menos graves. En concreto, la utilización de gotas para los ojos es un remedio formidable para evitar dichas molestias.

Cuándo utilizar gotas para los ojos

Las molestias en los ojos pueden ser diferentes y causadas, al mismo tiempo, por diversas razones. Por ello, es importante conocer el origen que provoca que una persona tenga una molestia en sus ojos para poder usar las gotas más adecuadas. Y es que hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de gotas para los ojos que deben ser utilizadas en función de la dolencia que tengamos en ellos.

Entre los problemas más habituales está el del ojo seco, que se ha convertido en nuestros días en la patología más habitual en los ojos de las personas. Este tipo de patología consiste en la pérdida de lágrima, lo que hace que el ojo no esté humedecido, algo que suele generar molestias e inflamación en la zona.

El ojo seco suele originarse cuando parpadeamos poco, algo que suele suceder cuando estamos concentrados viendo una pantalla, cuando conducimos o cuando estamos expuestos a las corrientes generadas por el aire acondicionado, por ejemplo. Para luchar contra esta sequedad, existen las denominadas gotas lubricantes para los ojos, también llamadas lágrimas artificiales, que son de venta libre y que tienen un efecto rápido.

Otra patología frecuente en la zona es la de los ojos rojos. Aquí, sin embargo, hay que ser muy prudentes antes de utilizar la gota específica, ya que el surgimiento del color rojizo puede esconder un daño mayor del que en un principio podemos pensar. En las situaciones menos graves, el agua con cloro de la piscina puede ser el origen de esa rojez, por lo que utilizar gotas oculares descongestionantes puede ser una buena opción.

Además, también puede darse el caso de que el origen haya sido una alergia. En esos casos, el uso de gotas de agua con antihistamínicos implica un rápido y efectivo beneficio para nuestro organismo. No obstante, como todas las personas que sufren alergia saben, el uso de las gotas no debe ser prolongado.

Los casos graves: conjuntivitis

Los casos de conjuntivitis son los más graves. Las infecciones en los ojos son más comunes de lo que la gente puede pensar. Esta infección puede estar causada por una bacteria, un virus o una alergia. Un motivo frecuente para el surgimiento de la conjuntivitis es la utilización de más tiempo del recomendado de lentillas, lo que si va unido a una limpieza mínima de las mismas suele acarrear la infección del ojo. En estos casos, las gotas de ojo son la mejor solución para luchar contra las molestias, aunque es necesario que estén recetadas por los médicos.

Para el resto de las situaciones, lo normal es que las gotas de ojos de venta libre suelen ser suficientes para mejorar el estado de nuestros ojos y evitar problemas y molestias mayores. Por ello, es importante ser consciente que el ojo tiene que estar lo más y mejor hidratado posible.

Por esta razón, se recomienda contar siempre en nuestra casa con paquetes de gotas de agua que nos ayuden a mantener el ojo húmedo y limpio. Es un hábito muy sencillo que puede evitarnos muchos problemas.