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El ex presidente aseguró que habló «con todos» los postulantes para 2015 y les propuso un «pacto de la Segunda República». Prevé un Ejecutivo con menos poderes y eliminar el cargo de jefe de Gabinete
Luego de los magros resultados que obtuvo en la última elección presidencial, Eduardo Duhalde ya no volvió a mostrarse más como un aspirante a la Casa Rosada. Sin embargo, sigue intentando influir en la política Argentina. Esta vez, el predecesor (y otrora «padrino» político) de Néstor Kirchner apuesta fuerte, con la búsqueda de un consenso entre los principales candidatos a 2015 para reformar la Constitución Nacional.
«Esto ya está conversado con todos los partidos y candidatos. Necesitamos un nuevo pacto», señaló el ex presidente de la Nación.
Su propuesta de reforma, afirma, tiene el objetivo de garantizar que el «próximo gobierno no sea autoritario», a partir de una mayor limitación en las atribuciones del Ejecutivo, junto a la eliminación del jefe de Gabinete, cargo contra el que denostó ya que «nunca sirvió para nada».
«El próximo presidente debe ser ejecutivo, gestionar sólo aquello que decida el Congreso. Y ser transparente, combatir la corrupción del Estado con «un gobierno electrónico» con control popular por medio de la tecnología», planteó Duhalde en una en una entrevista con el diario Perfil, publicada este sábado.
En síntesis, se trata de una vuelta atrás de algunas incorporaciones centrales que se hicieron en la Asamblea Constituyente de 1994, cuando se hizo la última reforma de la Carta Magna. El agregado del jefe de Gabinete y el «hiperpresidencialismo» que significó la posibilidad de dictar Decretos de Necesidad y Urgencia son fruto de esa modificación de la «ley de leyes».
«En Europa aprendieron la lección. Los gobiernos autoritarios se cobraron decenas de millones de muertes. En América Latina crecemos más que en Europa desde lo económico, pero nos faltan instituciones. Las encontramos en Chile, Uruguay, Brasil y Bolivia. Sólo Venezuela se reinstaló en los años 50 con un autoritarismo desmedido. Nosotros lo vivimos con el peronismo de entonces, autoritario pero no belicista, y transformador», opinó el ex presidente.
Mas allá de las propuestas de «Cristina eterna» que fogonearan sectores del kirchnerismo, y luego abandonada tras la derrota de 2013, el precedente inmediato de buscar un acuerdo de reforma lo protagonizó el propio Duhalde.
«Con Rodolfo Terragno trabajamos mucho detrás de conciliar criterios, buscando nuevos lineamientos. Estuvimos cinco años para ponernos todos de acuerdo. Pero el tan esperado día de la firma del convenio ocurrió el escándalo (la represión) del Parque Indoamericano, esas dos muertes, y no se pudo ya superar ese obstáculo. Ya hemos desgastado esa idea», recordó.
La iniciativa se vehiculizaría en los comicios del año que viene, con un llamado a elegir en simultáneo a los representantes constituyentes: «Este pacto cerrado lo están estudiando todos los candidatos, pero en silencio. Algunos quieren agregar determinados temas. Pero de palabra nadie se niega a esto».
«Necesitamos una democracia fuerte y no un presidente fuerte. Yo lo llamo «pacto de la Segunda República», reconstruida sobre la ley, parecido al pacto de San Nicolás», concluyó Duhalde.
