Francisco pidió que la capital de Ucrania «se convierta en la ciudad de la paz»

«Llévelo a Minsk, y que Minsk se convierta en la ciudad de la paz», le pidió este sábado el Pontífice al presidente de Bielorrusia, Alexsandr Lukashenko, tras regalarle su tradicional medallón con un olivo en el medio, en referencia a la sede donde se firmaron dos acuerdos para un diálogo entre las partes del conflicto ucraniano. Tras el encuentro, el Vaticano emitió un comunicado en el que resalta que el mandatario y el Pontífice resaltaron «el papel desempeñado por la ciudad de Minsk como sede de varios coloquios recientes encaminados a la búsqueda de soluciones de paz en la región». Francisco recibió al mandatario europeo esta mañana en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano en un encuentro a solas, con un intérprete de cada lado, tras el que además del medallón símbolo de la paz le regaló las exhortaciones apostólicas «Evangelii Gaudium» y «Amoris laetitia» y la Encíclica «Laudato Si'». «Durante las conversaciones, transcurridas en una atmósfera de cordialidad se ha manifestado la satisfacción por el buen estado de las relaciones bilaterales y se ha hablado de algunas cuestiones de interés común, con particular referencia a la vida de la Iglesia en Bielorrusia y a la convivencia pacífica entre la comunidad católica y ortodoxa del país, así como entre las otras confesiones religiosas», agregó la Santa Sede. El miércoles pasado, el Pontífice había renovado sus pedidos por «una paz duradera para la población tan sufrida y ofrezca un futuro sereno a las nuevas generaciones» en Ucrania, en su saludo a los fieles ucranianos durante la audiencia general en Plaza San Pedro. «Saludo con especial afecto a los niños, huérfanos y prófugos a causa del conflicto armado que todavía se da en el este del país», aseguró el Pontífice. En abril, Francisco había lanzado una colecta, con la que él mismo colaboró, para que todas las Iglesias europeas contribuyeran para las víctimas del conflicto en el país del este europeo.