Macri asistió a la ceremonia de canonización del cura Brochero

El presidente Mauricio Macri participó de la ceremonia de canonización del sacerdote José Gabriel Brochero (1840-1914) en una histórica misa que ofició el Papa Francisco ante una multitud reunida en la Plaza San Pedro. En una mañana de sol radiante a las 10.32 (hora local) Francisco pronunció en latín la fórmula por la cual el cura gaucho quedó inscripto en el árbol de los santos de la Iglesia Católica junto a otros seis beatos. La ceremonia fue seguida por más de 70 mil personas con una importante presencia de argentinos que portaban banderas, vinchas e imágenes del sacerdote cordobés. Macri estuvo presente en la misa junto a la primera dama, Juliana Awada, y la canciller Susana Malcorra, los ministros de Comunicaciones, Oscar Aguad, y de Turismo, Gustavo Santos, el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el subsecretario del área, Alfredo Abriani.. También lo acompañaron el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti; su antecesor en el cargo, José Manuel de la Sota, el intendente de Córdoba, Ramón Mestre; el diputado José Luis Gioja, el embajador ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el vocero presidencial Iván Pavlovsky. La misa se celebró al pie de la Basílica de San Pedro, en cuyas columnas pendía el tapiz con la imagen de Brochero junto a los otros seis beatos que fueron canonizados, Salomone Leclercq (Francia), José Luis Sánchez del Río (México), Manuel González García (España), Ludovico Pavoni (Italia), Alfonso María Fusco (Italia) y Elisabeth de la Santísima Trinidad (Francia). En el cierre del oficio el Papa Francisco lanzó un llamado a unir fuerzas «para luchar juntos contra la pobreza» y saludó a todos los fieles llegados desde distintos países para asistir a la canonización. La ceremonia también tuvo a tres cardenales argentinos entre las autoridades concelebrantes, Mario Poli, Estanislao Karlic y Luis Villalba. El padre Brochero, nacido en Santa Rosa del Río Primero, en Córdoba, desarrolló su misión evangélica en las sierras de esa provincia, donde durante más de 50 años recorrió pueblos y localidades a lomo de mula para asistir a enfermos, salvar vidas y contribuir al desarrollo de la región. Brochero promovió una casa de retiros en la que realizaron ejercicios espirituales más de 70.000 fieles en la ciudad cordobesa que hoy lleva su nombre. Además, creó una escuela para niñas, construyó caminos e impulsó la extensión del ferrocarril. Había sido beatificado el 14 de setiembre de 2013 en una festiva jornada que reunió a más de 150 mil fieles en Villa Cura Brochero durante la misa que celebró el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y enviado papal, cardenal Angelo Amato.