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miércoles, octubre 9, 2024
Mitos y verdades : Lo que hay que saber antes de buscar un embarazo

Mitos y verdades : Lo que hay que saber antes de buscar un embarazo

Ser padres es una decisión que a muchas parejas les lleva mucho tiempo tomar. Y una vez decidido, cuánto demorará ese hijo en llegar es algo que nadie sabe con certeza. Pero lo que puede hacerse en ese «mientras tanto» es adoptar una serie de hábitos y costumbres que contribuirán a una «búsqueda» más saludable.

El primer paso que se debe dar durante el período de búsqueda de un embarazo es suspender los hábitos tóxicos. En ese sentido, es aconsejable evitar alcohol en exceso, tabaco, etc.

«Otro factor es el relativo a tener una alimentación saludable, tanto hombres como mujeres. Debemos entender, en este sentido, que el sobrepeso y la obesidad tienen un impacto negativo en el logro del embarazo, lo que puede prolongar la búsqueda o impedir la chance de que éste pueda lograrse. La obesidad femenina también aumenta el riesgo de pérdida de embarazo», aseguró el doctor Fernando Beltramone (MP 22.205 – ME 9.064), especialista en ginecología, obstetricia y medicina reproductiva.

El especialista explicó que «en el hombre los testículos están en bolsas porque trabajan a 1 ºC menos que el resto del cuerpo», por lo que «el uso habitual de prendas ajustadas, sauna frecuente, trabajos en que se permanece sentado mucho tiempo (por ejemplo choferes) y la exposición a fuentes de calor testicular (fundiciones) impactan negativamente en la calidad del semen».

Qué deben tener en cuenta ellas

Según destacó el miembro del staff del Servicio de Tocoginecología de Clínica Privada Gallia, «las pacientes que deciden suspender los anticonceptivos deben saber que si suelen tener ciclos regulares sin las pastillas, éstos se retomarán luego de uno o dos ciclos de suspendido dicho anticonceptivo».

Es que como la ovulación no sobreviene inmediatamente, esta demora es esperable, y tenemos que tenerla en cuenta a la hora de buscar el embarazo.

«La mujer debe tomar ácido fólico (1mg/día, o 5mg/día quienes tienen antecedentes de espina bífida, mielomeningocele, etc.) desde un mes antes de buscar el embarazo, y no debe suspenderse ya que sólo tiene efecto real cuando la toma es previa y durante el embarazo inicial», remarcó Beltramone, quien agregó que «en general, si la mujer es sana y tiene sus controles ginecológicos al día, no es necesario realizar análisis adicionales, salvo cultivo de mycoplasma, chlamydia y ureaplasma en aquellas que presenten flujo vaginal, ya que estas bacterias interfieren en la fecundación e implantación normal».

Sobre las relaciones sexuales

«Se recomienda que la frecuencia sea de dos a tres veces por semana. El semen mejora sus características con eyaculaciones reiteradas, pero no tan frecuentes. Necesita dos días para recuperar su potencial», detalló el especialista.

Y recordó que «la mujer generalmente ovula 14 días antes de menstruar: esto significa que si menstrúa cada 28 días, ovula el día 14; pero si es cada 35 días, ovula el día 21».

En ese sentido, consideró que «la planificación y los calendarios para ver fechas ovulatorias sólo sirven para aumentar angustias en caso que el embarazo no aparezca. Con una vida sexual frecuente es suficiente. Sólo sirven los tests de ovulación (kits de LH) en parejas en que uno de ellos viaja frecuentemente, y de esa manera se puede mejorar la exposición al embarazo durante la ovulación».

Sobre uno de los mitos más comunes al momento de encarar la búsqueda de un embarazo, Beltramone aclaró: «No existen posturas sexuales que mejoren chances de embarazo. Es también un mito que la mujer debe estar recostada un tiempo luego de la relación sexual. La caída de semen luego de la relación es normal, pero el semen que tiene capacidad de fertilizar permanece en el canal del cuello del útero por el jet eyaculatorio».

Otra de las creencias populares que el especialista se encargó de erradicar es la que indica que determinadas fechas en el ciclo pueden influir en el sexo del bebé. «La distribución de sexos sigue siendo 50 por ciento para cada uno», aseguró.

El estrés, el enemigo de siempre

«El estrés cotidiano afecta fundamentalmente en la frecuencia y la calidad de las relaciones sexuales, ya que para que una relación sexual sea satisfactoria es esencial estar relajados», consideró Beltramone, quien aclaró que si bien no hay estudios que demuestren que el estrés cause infertilidad, «sí es cierto que la infertilidad causa estrés en la pareja, especialmente cuando la vida sexual se supedita a la reproducción, y no ocurre embarazo».

«Un concepto útil es vivir la sexualidad con la frecuencia que sea cómoda para la pareja, con recomendación de 2-3 veces por semana especialmente cerca del período ovulatorio. Si el embarazo no sobreviene luego de un tiempo (un año en parejas jóvenes o seis meses cuando la mujer tiene más de 35 años), consultar al especialista», recomendó Beltramone.

Cuando el embarazo no llega

Si bien el término «infertilidad» puede comenzar a aplicarse tras un año de no lograr embarazo, cada caso es diferente: las mujeres de 35 años o más con seis meses de no embarazo deben consultar a un profesional, debido a que el período reproductivo que resta es menor.

Beltramone aseguró que «si existen antecedentes de importancia (criptorquidia, lesión testicular, peritonitis apendicular en la mujer, infección preexistente de las trompas, abortos recurrentes, etc.) es recomendable una consulta al especialista luego de 2-3 meses sin resultados, ya que lo más costoso en estos casos es la pérdida de tiempo».

Tras aclarar que no siempre es necesario consultar a un especialista en reproducción, Beltramone destacó que «la mujer puede consultar con su ginecólogo habitual, a menos que haya necesidad de estudios especializados o antecedentes que justifiquen mayor complejidad».

En la línea de echar por tierra mitos sobre fertilidad, el especialista aseguró que no siempre la fertilización in vitro es la solución a un problema para concebir. «Existen numerosas patologías que pueden solucionarse con corrección laparoscópica del problema; y muchas otras que con tratar patologías infecciosas activas, o usar tratamientos de baja complejidad (estimulación ovárica, inseminaciones intrauterinas) se solucionan, ya que en muchos casos se logra embarazo sin tanta complejidad», subrayó.

Fuente > infobae.com

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